/0/10695/coverbig.jpg?v=6ac6c5710a1025460460376e6c37abc3)
Eveline, había tenido una vida tranquila junto a su padre, quien durante mucho tiempo había trabajado como chofer de la familia Radley, sin decirle aquello a su propia hija. Pero todo cambiará de un momento a otro cuando su progenitor se queda sin empleo y ella a sabiendas de la situación en la que se encuentran, en ese instante deberá abandonar sus estudios universitarios para poder ayudar a su padre y es de esa forma que toma la decisión de buscar un empleo. Eveline termina trabajando en la cafetería de Aidan, un tipo bastante arrogante y problemático, que incluso con mil defectos se volverá aquella persona que robe su corazón. Aidan, terminará enamorado de Eveline, sin embargo deberán luchar juntos contra aquel pasado que tanto lo atormenta. Además de que Luke, el hermano de Aidan también gusta de Eveline, formándose así un triángulo amoroso lleno de embrollos. ¿Podrán ser capaces de lograr estar juntos a pesar de los obstáculos?
El sonido del despertador resuena tan fuerte que gruño al escuchar el pitido que hace. Odio tener que despertarme para ir a la universidad, debería ser ilegal interrumpir el sueño de los demás solo para estudiar a primera hora un montón de asignaturas que no entiendo, aunque me esfuerce por prestar atención en clases. Resignada me incorporo de la cama y arrastro mis pies descalzos por la alfombra roja que reviste el suelo de madera.
Abro el grifo y enjuago mi boca luego de cepillar rápidamente mis dientes, no tengo tiempo para tener una buena higiene bucal en estos momentos, sin embargo me aseguro de que tampoco me apeste la boca. Ya es suficiente con los apodos que el imbécil de Warren suele gritar a todo pulmón cada vez que me ve pasar por su lado, cómo para darle otro motivo de meterse conmigo. Es tan inmaduro.
Y para mi mala suerte, este año también compartiré clases con él, es como estar en el infierno. Recuerdo que en primero de secundaria le comentó a todos mis compañeros que ya era toda una señorita, ese día había tenido mi primer periodo y estuve todo el día encerrada en el baño puesto que el uniforme se había manchado, parecía la bandera de Japón. Los siguientes años fueron una completa tortura, pero aprendí que una forma de no verme afectada por sus comentarios hirientes era ignorando lo que decía. Siempre busca algún defecto para criticarme, no entiendo cual es su problema. Ya de por si soy acomplejada, el ser de una estatura promedio de uno setenta no me molestaba, pero el ser delgada no contribuía a mi complexión puesto que siquiera parezco una chica de veinte años. Muchas veces las personas creían que tenía menos edad, y es un fastidio estar llevando mi identificación para poder ingresar en algunos sitios. Además es una desventaja aparentar menos, o así es cómo lo veo. A parte, tenía que lidiar con la miopía que había heredado de mi padre, y me negaba a usar lentillas por más que él insistía en usarlas. Por lo que no lucía muy atractiva que digamos al sexo opuesto.
Bajo las escaleras con pereza, siento no haber descansado lo suficiente. Quizá no las horas que debía, pero con esto de los exámenes eso es imposible, no me queda tiempo siquiera para ver la serie la cuál me he enganchado. Cruzo la cocina viendo a papá revolver los huevos en la sartén, mientras que lleva el móvil pegado a su oreja conversando con su nuevo jefe. Tomo asiento en el taburete esperando mi desayuno, un plato de tostadas francesas con huevos revueltos y tocino. Es la comida de cada mañana, según mi padre es la más rápida en preparar, no le doy importancia a comer siempre lo mismo, al menos ingiero los nutrientes que necesito para tener energías durante las dos horas de clases.
-Buen día cielo -dice papá colocando un plato en la encimera.
-Buen día -respondo soltando un bostezo-. Gracias.
Me regala una sonrisa y se sienta al frente para devorar su desayuno con prisa, al contrario de mi que me tomo todo el tiempo para probar bocado.
-La señora Stella hará las compras, le he pedido que traiga lo que necesites -informa mi padre levantándose para ir al fregadero dejando los trastes sin lavar-. Lo más seguro es que hoy deba quedarme más tiempo en la oficina, colócale el pestillo a la puerta de...
-Sí, descuida, no vendrá un alienígena a raptarme -emito volcando los ojos.
-Me avisas si sucede algo, ¿vale?
Asiento tomando un sorbo de jugo de pera. Mi padre se acerca dejando un beso en mi frente.
-Te quiero -digo viendolo dirigirse a la puerta.
-Yo más, princesa -me mira por última vez antes de salir.
Acabo mi desayuno y busco mi mochila que reposa en el sofá mullido. Salgo del departamento no sin antes asegurarme de agarrar el paraguas, el clima ha estado lluvioso desde la noche de ayer, así que prefiero prevenir un resfriado. Estando en el elevador miro mi reflejo, escaneo mi ropa holgada de un estilo un poco desaliñado, sin embargo es cómoda para ir a la universidad.
De pronto el elevador es detenido, alzo la vista y lo veo, alto, fornido, piel bronceada, ojos verdes, y un cabello rubio que se ve sedoso.
Luke Radley.
Mi vecino y además compañero de clases que parecía sacado de alguna agencia de modelaje, es el chico del cual he estado enamorada estos tres años que llevo viviendo en el mismo edificio que él. Y no soy la única, la mayoría de las adolescentes hormonales que están cerca, no se resisten al Adonis que justo ahora se encuentra en el mismo ascensor donde voy. Jamás había estado a poco metros de él, así que ya deben imaginar la emoción que siento, siquiera puedo aplacar el aleteo en mi interior. Inspiro profundamente respirando el aroma que desprende todo su cuerpo, el perfume es tan embriagante que me deja anonadada.
Al menos cierra la boca Eveline, escucho a mi subconsciente.
Me abofeteo mentalmente al escudriñar al chico sin disimulo alguno con mi mirada de chica enamorada. Reprimo las ganas de chillar emocionada cuando me regala una sonrisa ladeada. ¡¿Me miró?!
¡Me miró, oh por dios!
Sabe que existo, no puedo creerlo.
Nerviosa acomodo las gafas encima de mi tabique, lo observo de reojo mientras él parece sumergido en su móvil. Para mi desgracia, no paso ni un minuto a solas con Luke, ya que las puertas del elevador se abren y una morena alta ingresa junto a nosotros. Cassidy, es la típica chica popular que le hace la vida imposible a los friki, cómo les llama ella al grupo del periódico de la universidad. Lleva un vestido que se ciñe perfectamente a sus curvas, tiene cabello castaño con ondas pronunciadas. Es preciosa, y pues yo... Yo no puedo siquiera competir contra ella.
-Te llamé ayer, ¿qué pasa contigo? -le pregunta al rubio.
-He estado ocupado, ¿qué querías? -la mira con desinterés.
Cassidy ha intentado conquistar a Luke desde que tengo uso de razón, pero el chico hace lo imposible por rechazarla aunque ella insiste una y otra vez, parece no rendirse nunca.
-¿Todavía lo preguntas? -inquiere con cierto tono burlón-. A ti, te quiero a ti.
Luke no se nota sorprendido, quizá ya se había dado cuenta del interés de la morena. Por otro lado, me gustaría no estar presenciando esto, lo último que quiero es quedar de metiche.
-Creo que he sido lo más claro contigo -habla sin emoción alguna en su voz-. ¿Te cuesta tanto entender?
-¿Entonces por qué me besaste? -replica Cassidy.
-A ver, ¿cómo te explico que ese beso no significó nada? -hago una mueca al oírlo, sintiendo pena ajena por la morena-. Solo me dejé llevar por el alcohol, así que supéralo ya.
Se baja del ascensor apenas las puertas se abren en el primer piso, miro a Cassidy y su rostro se ha vuelto rojo. Entonces sucede algo que jamás me imaginé, comienza a llorar mientras Luke se va alejando dejándola ahí, con el corazón roto. No sé que hacer, me quedo petrificada viéndola sollozar haciendo que su rostro se transforme en un gesto de ira y tristeza a la vez. Rebusco en mi mochila sacando un pañuelo que le ofrezco con vacilación.
Lo agarra sin siquiera mirarme.
-Es un idiota... -lloriquea sorbiendo sonoramente-. Es tan ególatra y narcisista, ¿por qué no me corresponde?
Hago una mueca al no saber que decir al respecto, nunca me he encontrado en una situación así, por lo que todo esto es nuevo para mi. Antes de que diga alguna palabra, escucho el claxon del auto de Nora, mi mejor amiga.
-¡Apresúrate! -apremia mientras se retoca el labial.
Observo de soslayo a Cassidy, pero esta ya se ha marchado al estacionamiento. Me acerco al auto y subo en la parte delantera junto a mi amiga, una pelinegra de ojos verde oliva.
-Hola -saludo.
-¿Dónde está tu sonrisa? Anímate un poco o envejecerás pronto -comenta Nora al ver mi expresión de cansancio.
-Sabes lo difícil que me resulta levantarme tan temprano -me quejo resoplando-. Además, no vas a creer lo que...
-¿Esa es Cassidy? -pregunta Nora de repente interrumpiéndome.
Llevo la vista a la morena que se sube a su deportivo rojo, no debe ser fácil que te rechacen al no ser correspondida. Siquiera sé lo que sentiría si eso llegase a sucederme alguna vez.
-No quiere salir con ella -digo abrochándome el cinturón.
-¿Quién, Luke? -asiento-. Vaya, pobre.
-Ha herido su orgullo, y aunque su actitud no me agrade, no merecía aquel rechazo -replico sintiéndome apenada por mi compañera de universidad.
-Tal vez, pero todos tenemos un límite, lo más seguro es que le haya dado señales claras y ella no las quería ver -la miro frunciendo el ceño.
¿Señales claras? Eso es absurdo. La mayoría de los estudiantes pensaban que ellos estaban saliendo, se les veía juntos en todos lados. Sin embargo, no lo comento.
-Aún así no le da derecho a tratar a los demás de esa manera -objeto recordando las palabras del rubio.
Evan Bourousis se encuentra en una encrucijada inesperada al tener que buscar una esposa para proteger el legado familiar que le dejó su abuelo. Aunque su pasión es su trabajo y no anhela el matrimonio, se ve obligado a cumplir con una regla del testamento familiar tras recibir el negocio de su padre. La búsqueda de la candidata ideal se complica cuando la elegida escapa, lo que lleva a su hermana menor, Hayley, a asumir su identidad. Obligada por las circunstancias y la deuda familiar, Hayley se convierte en la esposa de Evan. Sin embargo, esta farsa pronto se transforma en una trampa emocional mientras ambos lidian con secretos familiares que podrían destruirlos. ¿Podrán superar las mentiras que los rodean antes de que sea demasiado tarde?
En el día de su boda, Laura se encuentra en el centro de un devastador escándalo cuando su prometido la deja plantada en el altar tras recibir una llamada de su exnovio. Humillada y llena de dolor, Laura decide reinventarse y dejar atrás su pasado, embarcándose en un viaje de autodescubrimiento y transformación personal. A medida que intenta sanar, conoce a Daniel, un joven encantador y carismático, en un club de actividades al aire libre. Lo que comienza como una amistad reconfortante rápidamente se convierte en una conexión profunda. Sin embargo, cuando Laura descubre que Daniel proviene de una familia adinerada y tiene un estatus de heredero, sus inseguridades resurgen. Mientras ambos enfrentan las expectativas de la sociedad y las presiones familiares, Laura debe decidir si está dispuesta a abrir su corazón nuevamente.
María Montero, una joven que escapa de los abusos de su padrastro en busca de libertad y un nuevo comienzo. Sin embargo, su huida toma un giro inesperado cuando es atropellada por Andrew de la Torre, un atractivo y adinerado millonario. Despertando en una mansión desconocida, María se encuentra bajo el cuidado de Andrew, quien le explica que el accidente no puede salir a la luz. En un intento de protegerla y salvar su reputación, Andrew le propone un matrimonio de conveniencia. A medida que conviven, la relación entre ellos evoluciona de la frialdad a la complicidad, y María comienza a ver a Andrew como más que un extraño. Sin embargo, su felicidad se ve amenazada por un escándalo mediático y la venganza de un antiguo socio de Andrew que busca destruir su imagen. En medio de esta tormenta, María descubre que está embarazada, lo que la lleva a enfrentarse a sus propios miedos y secretos. A medida que la pareja navega por las dificultades externas e internas, descubren que el amor verdadero puede surgir incluso de las circunstancias más complicadas. Juntos, luchan por su felicidad y su futuro, demostrando que, a pesar de las adversidades, pueden encontrar la luz en la oscuridad.
Ana Clark, una joven de veintiocho años atrapada en una búsqueda laboral infructuosa, enfrenta la desesperación por la salud de su padre. Cuando recibe una sorprendente propuesta de Dominic Ivanov, un millonario enigmático, se le ofrece una solución a cambio de un matrimonio sin amor por un año. A pesar de sus reservas, Ana acepta el trato, sintiendo que no tiene más opciones. A medida que se adentra en esta nueva vida, se enfrenta a la frialdad de Dominic y la incertidumbre de un futuro lleno de sombras, luchando por encontrar su camino en medio de un acuerdo que desafía sus valores y sueños.
Karim solo cree que sus padres desean verlo casado con una mujer fuera de los focos y de reputación intachable, pero la turbia realidad es que le presentan a una joven Virgen, que fue robada, a quien deberá desposar. El hombre de negocios, rico y frío, será la cruel pesadilla de Juliette, quien deberá vivir atada al millonario, en una jaula opresora, y más cuando él le exige que debe darle un hijo.
Claudia, una joven artista con grandes sueños, es raptada y subastada en un evento clandestino. Su comprador, Jonathan de Luca, un magnate con un oscuro pasado, la mantiene en un mundo de lujo y opresión, mostrando una naturaleza posesiva y dominante. Atrapada entre el miedo y una extraña atracción hacia él, Claudia lucha por mantener su identidad mientras intenta escapar de su control. A medida que descubre los demonios que atormentan a Jonathan, se enfrenta a una decisión crucial: someterse a su voluntad o luchar por su libertad.
Todo el mundo pensaba que Lorenzo quería de verdad a Gracie, hasta el día de la operación de corazón de su hija. Para sorpresa de Gracie, Lorenzo donó el preciado órgano que necesitaba su hija a otra mujer. Desolada, Gracie optó por el divorcio. Impulsada por su necesidad de venganza, Gracie se unió al tío de Lorenzo, Waylon, y orquestó la caída de Lorenzo. Al final, este se quedó sin nada. Consumido por el remordimiento, él suplicó por una reconciliación. Gracie pensó que era libre de seguir adelante con su vida, pero Waylon la retuvo con un abrazo. "¿Pensaste que podías abandonarme?".
La mala influencia de la mejor amiga de Mina Manson la lleva a cometer muchos errores una noche donde su vida cambia totalmente ya que debido a una escapada nocturna con su amiga termina drogada y ebria y lo peor de todo en brazos de un extraño. Paolo Scarton, un CEO arrogante de carácter fuerte y dominante quien no se deja impresionar por cualquier mujer y menos si la conoce en un club nocturno, pero extrañamente esa noche sucede algo que él no se esperaba. Conoce a Mina en un club nocturno y esta joven castaña lo impresiona desde el primer momento que la ve. Por desgracia su primera impresión fue todo lo que él imaginaba, Mina estaba drogada esa noche por culpa de su supuesta mejor amiga. Para mala suerte de la joven se mete en problemas con un sujeto, pero afortunadamente Paolo logra salvarla y sacarla de aquel embrollo. Pero ambos terminan teniendo sexo oral en el coche de Paolo y es cuando el CEO se queda impregnado de esa joven a quien la catalogaba como una cualquiera. Pero Mina era diferente y Paolo lo descubre cuando él termina follando con ella una tarde que la secuestra luego de salir de la universidad, ese día se da cuenta de que era virgen, desde entonces, su obsesión por ella se intensifica. Pero se le dificulta poder estar con ella cuando se da cuenta de los padres de la misma son complicados, cuando la mejor amiga de Mina es una envidiosa y cuando su mano derecha se encapricha de su chica.
Se suponía que era un matrimonio de conveniencia, pero Carrie cometió el error de enamorarse de Kristopher. Cuando llegó el momento en que más lo necesitaba, su marido estaba en compañía de otra mujer. Carrie ya estaba harta. Decidió divorciarse de Kristopher y seguir adelante con su vida. Sin embargo, solo cuando ella se marchó, Kristopher se dio cuenta de lo importante que era ella para él. Ante los innumerables admiradores de su exesposa, Kristopher le ofreció 20 millones de dólares y le propuso de nuevo: "Casémonos de nuevo".
El día de su boda, Khloe fue inculpada de un delito que no había cometido por su hermana y su novio. Fue condenada a tres años de prisión, donde soportó mucho sufrimiento. Cuando finalmente liberaron a Khloe, su malvada hermana utilizó a su madre para obligarla a mantener una relación indecente con un anciano. El destino quiso que Khloe se cruzara en su camino con Henrik, un elegante y despiadado mafioso, así cambió el curso de su vida. A pesar de su frialdad, Henrik quería a Khloe como nadie. La ayudó a vengarse de sus enemigos y evitó que volviera a sufrir acoso.
Kallie era una muda. Su marido la ignoró durante cinco años desde su boda, no solo esto, ella hasta sufrió un aborto por culpa de su cruel suegra. Tras el divorcio, Kallie se enteró de que su exmarido se había prometido rápidamente con la mujer que realmente amaba. Sujetando su vientre ligeramente redondeado, se dio cuenta de que él nunca se había preocupado realmente por ella. Decidida, ella lo dejó atrás, tratándolo como a un extraño. Sin embargo, tras su marcha, ese hombre recorrió el mundo para buscarla. Cuando sus caminos volvieron a cruzarse, Kallie ya había encontrado una nueva felicidad. Por primera vez, él se humilló ante ella y le suplicó: "Por favor, no me dejes...". Pero la respuesta de Kallie fue firme y despectiva, cortando cualquier vínculo entre ellos: "¡Lárgate!".
Hace mucho tiempo, dos reinos convivían en paz. El reino de Salem y el reino de Mombana ... Todo marchó bien hasta el día en que falleció el rey de Mombana y un nuevo monarca asumió el mando, el Príncipe Cone, quien siempre tenía sed de más poder y más y más. Después de su coronación, atacó a Salem. El ataque fue tan inesperado que Salem nunca se preparó para él. Fueron tomados con la guardia baja. El rey y la reina fueron asesinados, el príncipe fue llevado a la esclavitud. La gente de Salem que sobrevivió a la guerra fue esclavizada, sus tierras les fueron arrebatadas. Sus mujeres fueron convertidas en esclavas sexuales. Lo perdieron todo. El mal aconteció en la tierra de Salem en forma de Prince Cone, y el príncipe de Salem, Lucien, en su esclavitud se llenó de tanta rabia y juró venganza. *** *** Diez años después, Lucien, de treinta años, y su gente asaltaron un golpe y escaparon de la esclavitud. Se escondieron y se recuperaron. Entrenaron día y noche bajo el liderazgo del intrépido y frío Lucien, quien fue impulsado con todo en él para recuperar su tierra y tomar la tierra de Mombana también. Les tomó cinco años antes de que tendieran una emboscada y atacaran a Mombana. Mataron al príncipe Cone y lo reclamaron todo. Mientras gritaban su victoria, los hombres de Lucien encontraron e inmovilizaron a la orgullosa princesa de Mombana, Danika, la hija del príncipe Cone. Mientras Lucien la miraba con los ojos más fríos que alguien pueda poseer, sintió la victoria por primera vez. Caminó hacia la princesa con el collar de esclavo que había fabricado durante diez años y con un movimiento rápido, la sujetó del cuello. Luego, inclinó su barbilla hacia arriba, mirando a los ojos más azules y el rostro más hermoso jamás creado, le dio una sonrisa fría. "Eres mi adquisición. Mi esclava. Mi esclava sexual. Mi propiedad. Te pagaré con creces todo lo que tú y tu padre me hicieron a mí y a mi gente", dijo él secamente. El odio puro, la frialdad y la victoria era la única emoción en su rostro.