img Skyfall © - Parte I  /  Capítulo 7 VALET | 33.33%
Instalar App
Historia

Capítulo 7 VALET

Palabras:3002    |    Actualizado en: 29/08/2021

mi mente sin dejarme descansar día y noche. Noches de llanto donde lo único que quería era tomar un auto e ir hacia él para rogarle que me perdonara,

para agregar a la tortura que mi propia mente me hacía

algún lugar. La esperanza de verlo y que al yo correr a sus brazos su imagen no se desvaneciera en mi mente. La esperanza de que me viera, me sonrie

idea sabía que necesitaría mi propio espacio. Así que terminé simplemente mudándome

vir juntos. Incluso un poco de ayuda con Eliza no le vino mal, y yo estaba totalmente encantada con la nena. Era un amor, a

r completo, y dudaba que lo hiciera pronto. Comencé a asistir con una psicóloga, me ayudó mucho. Me hizo entender las cosas y tratar de aceptarl

día hacerlo de la misma manera aún. Mi cuerpo seguía rechazando cualquier

a fingir lo contrario con las personas que me rodeaban. Sobre todo Thiago, que en ocasiones me r

estaba ahí. Aunque nuestras áreas estaban alejadas, siempre tenía la esperanza de encontrármelo por l

oche, teniendo que callarme y hacerlo apenas en sollozos para que Thiago no me escuchara del todo. Aunque en ocasi

aquellas cuatro paredes que conformaban ahora la que era mi habitación. Era sábado, pero aquello no cambiaba el hecho de que tuviera un día libre de tareas. La universidad parecía explotarme cada vez más con los tr

y, V

al entrar al local mientras

abandonados por aquí -comentó con u

a risilla, me encogí de hombros y una

entre dientes tratando d

ifornia -sonrió ladeando un poco su cabeza

con una

medio, respiré profundo y miré el menú mientras me mor

ando a tocar en la panta

oques en la pantalla-. ¿La tarta de manzana ta

sonrisa y este asintió volv

onó y asentí-. Son catorce dó

dólares y se lo extendí. Jack lo tomó, lo gua

tu orden -me dijo con

cuando me di la vuelta escuc

or amigo con la pequeña

recer -escuché a Jack

illa, para cubrir a la pequeña del frío que hacía afue

ntraría aquí -dijo

a ceja alzada y este me miró con cara de

i ofendido-. ¿Desde cuando puedes decidir

l que tú -intervino Jack y lo miré, este son

mejor amigo con una ceja a

k carcajeó después alzando sus manos en forma

as horas -acomodé mi bolso sobre mi hombro y después miré a Thiago-. ¿Vas a acompañarme? Aunq

k, por favor -le dijo y por el rabillo del ojo vi como Jack asin

hasta la última mesa. Coloqué el portabebés en el sofá, sentándome a la par y escuché un balbuceo.

balbuceó provocando que soltara el

eza uno de mis dedos por su mejilla. La acaricié sonriendo,

í el ceño y entonces por el rabillo del

hija de mí, por favor

la pobrecilla -repuse mir

miró con los ojos entrecerrados, de la mochi

r de opinión en veni

mientras me extendía el biberón

A

iberón a la boca de Eliza quien de inmediato come

en ese momento Jack vino

nrisa. Se dio la vuelta y regresó detrás del mostrador. Miré mi c

bo a este-. Jessica y yo hemos estado hablando y creemos que ya es momento de bautizarla. Mis padres ha

Thiago que le había conocido ya y en ocas

sonreí mirando a la pequeña quien agitaba sus manitas

e la mesa juntando sus manos sobre esta-. Pero también te estoy

ano de manera que aún la bebé seguía bebiendo del líquido. Miré a mi mejor amigo con l

ste sonrió asintiendo-. ¿De verdad? ¿Me es

e lo pedimos -l

stá de acue

stá encantada

a estaba de acuerdo

eña Eliza quien ya estaba por terminar el conte

la mía con ella -se encogió de hombros-. Y por supuesto prefiero que lo seas tú, eres mi mejor amiga y con

ión que los suyos eran de un color más oscuro, como los de Thiago. Cuando terminó tod

, le di un beso en la mejilla y después la coloqué sobre mi pecho de maner

o ahuecada para que pudiera repetir. Así después podrí

omo una mueca en sus labios se formaba-. Pero antes de darte la

balbuceó y quise reír, pero lo contuve. Miré de nuevo

a advertencia? -t

ueca volvió a su boca y ahí fue

anta-. Verás, Jessica y y

nuevo con l

asi suelto un suspiro de f

cúpelo -casi le ordené

y después llevó una de sus manos a su

l será el

u

que ser una broma. No puede ser. No. No podía.

reír en espera de que soltara la carc

en que aquel nombre me afectaba. No sabiendo todo lo que había llorado por él en los últi

isculpa con la mirada. Las palabras que habían salido de su boca habían ter

ue implicaría que ustedes dos... -se calló, dejó salir un respiro-. Son muy amig

rrumpí antes de

endido y después alz

-preguntó con

o no que fueran tan amigos

tenido sexo en ocasiones. No me sorprendería que ahora estuviesen haciéndolo a

tí mal por haber pensado de aquella manera. Jessica estaba plenamente agradecida con N

hecho había decidido qu

sonreí mirándola. Se había llevado su manita a la boca chupando esta, reí. La acomodé en el portabebés,

ano en el portabebés y después miré a mi mejor amigo-. No imp

mejor que pude. Th

verdad

ndo sobre ello, no si tenía que prepararme mentalmente

taba mostrarme firme y segura, necesitaba demostrarle que ya no

eció aclarándose la garganta mientras cr

en

respiré profundo siendo yo la que

a, solamente ellos, Jessica, Olivia, Nathaniel, tú y yo -comentó y al esc

e negarme simplemente por su presencia? Eres mi mejor amigo y me estás pidiend

movió la cabeza un poco mie

a peor d

onreí. Miré a Eliza quien poco a poco cerr

-murmuré con una sonr

un poco-. Sé que no es fácil para ti

agar dos desayunos -sonr

ó y tomó su café da

ó casi fulminándome con l

ponerle atención a la tarta de manzana. Tomé el cubierto y cuando Eliza se quedó

y apenas palabras. Tendría que prepararme mentalmente para ese encuentro, al que temía que saliera mal y el que yo no pudiese contener mis imp

aba bastante concentrada en lo que sucedería en una semana. Tratando de imaginar aquel escenario, aquella escena. Definitivam

sacó de su apartamento. Después de que me quitó aquel regalo que él me h

había

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY