img El costoso juego de amor de mi jefe  /  Capítulo 1 | 10.00%
Instalar App
Historia
El costoso juego de amor de mi jefe

El costoso juego de amor de mi jefe

Autor: Gavin
img img img

Capítulo 1

Palabras:1383    |    Actualizado en: Hoy, a las 10:56

te secreto, mi jefe Humberto. Pero por quinta vez, le dio el

ad brutal que toda nuestra relación era solo una "estrategia rent

e Karla, lastimándome de nuevo la espalda. Cuando finalmente renuncié, su

irecto al buzón de voz. Una notificación reveló después por qué: estaba en el escenario de l

amaba me había

ezar a sanar, apareció en la puerta de

aría. Lo haría enfrentar

ítu

Alejand

tal – Karla Chen". Por quinta vez. Cinco veces había entregado mi alma a esta empresa, a este puesto, solo para ser ignorada por alguien menos competente, alguie

me sabía a ceni

no estaba haciendo bien: ni casada, ni estable, todavía persiguiendo una carrera que claramente no me correspondía. Pero hoy, alg

upación maternal-. Sabes, si Monterrey no está funcionando, en Querétaro siempre tendrás un lugar

a una defensa feroz de mis decisiones, de mi amb

abras sorprendiéndome incluso

sabía que esto no era propio de mí. Colgué antes de que pudiera ind

mante secreto durante cinco años, el vicepresidente que siempre me había prometido el mundo, solo que

tó mi atención. La puerta de Humberto, usualmente cerrada, estaba entreabierta. Y

atiendo a un ritmo nervi

comprensivo-. Qué duro, amigo. Lleva años buscando ese puesto de d

a filtrarse en mis venas

y despectivo que arrancó capas de mi

egia, Goyo. Un

ón. Me llevé la mano a l

-Gregorio sona

nte buena. Y es leal. Cinco años, Goyo. Cinco años de almuerzos secretos, sesiones de "estrategia" nocturnas, el ocasional

a rabia súbita y cegadora. Cada caricia, cada promesa susurrada, cada

ompletamente ajeno a mi presencia-. La mantengo motivada, trabajando

abía mencionado el roce "accidental" de manos, los detalles íntimos que

a de Estrategia Digital" cuidadosamente apilada en mi escritorio -la descripción del puesto, las responsabilidades, el rango salarial que me había memorizado- de repente parecía grotesca. Los agarré,

No de la empresa. Sino de Mo

ciones saltadas, dándolo todo a esta firma, todo a él. ¿Para qué? ¿

sa, atravesó mi aturdimiento. Debía de

mi ascenso, Humberto. En serio, algunas persona

e Humberto. Luego Karla de nuevo,

no tenga la madera para ser directora, ¿o sí?

o. Finalmente lo vi como lo que era. Un aprovechado. Un manipulador. Siempre había interpretado el papel del mentor comprensi

retando suavemente la mía bajo la mesa de conferencias-. Solo necesito de

s esos logros -duplicar los ingresos, optimizar los flujos de trabajo, lanzar campañas exitosas que ahora se atribuían a otros- pasaron ante

king" con clientes, a menudo con el padre de Karla. Recordé las disputas int

Concéntrate en tu trab

, mi dedicación, mi esfuerzo puro y absoluto. Pero

rrosiva que había sido una compañera constante durante años, de repente se sintió abrumadora. Me

de Humberto. "Oye, ¿estás libre esta noche? Sien

inguida rápidamente por el infierno rugiente de su traición. Creía que t

equiv

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY