img El Magnate que Conquistó mi Corazón  /  Capítulo 2 | 8.00%
Instalar App
Historia

Capítulo 2

Palabras:1346    |    Actualizado en: Hoy, a las 15:43

illeaba contra mis costillas, un tamborileo caótico en el repentino silencio de mi decisión.

e que me hizo saltar. Su nombre apareció en la pantalla: "Constantino Riv

Se me cortó la respiración. ¿Podía hacer esto? ¿Podía realment

esta vez. Respiré hondo, armándome de valor. Esto ya no se trat

momento en que contesté. No hubo saludo, ni vacilación. Solo mi n

ondí, mi voz sorpr

tono-. Es una petición bastante peculiar, incluso para t

ero las dejé pasar. Tenía t

a alguien más -dije, con una calma deliberada en mi vo

o de la línea. El silencio se ala

ees que alguien más se atrevería siquiera a intentarlo? -su voz se elevaba a

aún nivelada-. Y ahora mismo, necesito a alguien que pueda

os oscuros entrecerrados, una lenta sonrisa extendiéndose por sus labios mientras sopesaba las posibilidades. El estómago se

nticipando su llegada. Se negaría. Se burlaría de

pusiste en tu lista negra. Me excluiste. Pensaste que podías alejarte. -Una risa sin humor se

la ma

nstantino. Estoy tomando

años -replicó, su voz teñida de triunfo-. Entonces, ¿qué ha cam

una ola de agota

crudas y dolorosas-. Una tonta ingenu

ír la sonrisa en su voz-. Cuéntamelo todo. Cada detalle. Y

, Constantino -dije, tratando de

ueado, cada correo electrónico eliminado. Me enviarás tu ubicación actual, y yo enviaré

i me

tú sola -dijo, la diversión clara en su voz-. No hago carid

undieron en la d

-. Te enviaré

-dijo, y la l

de crueldad le precedía. Hacía dos años, había irrumpido en la escena de Monterrey, comprando empresas en quiebra y convirtiéndolas en oro, dejando un rastro de carreras rotas y competidores aterrorizados a su paso. Era salvaje, impredeci

lofrío me recorrió. ¿Qué había hecho? Pero entonces, el rostro burlón de Cristi

o y la mente entumecida. El edificio se sentía opresivamente silencioso.

, cariño. Estaba

pación, con los brazos abiertos. El familiar olor de su c

na docena de veces. -Se movió hacia mí, s

a sonris

sintió natural, una facilidad practicada que venía de años de nav

ño, su mirada

ien contigo? -Sus ojos recorrieron la entrad

e sonar convincente, apartándome de su i

ego sonrió, su exp

hacer la cena. ¿Qué tal una noche agradable y relajante

apartándome in

uiero darme una ducha.

Siempre estás hermosa, Ana. Vamos, un abrazo rápido. -Presionó su

ligera y femenina resonó desde

ubio caía en cascada sobre sus hombros, y sus ojos, grandes e inocentes, se encontraron con los m

ndo por sus mejillas-. ¡Debes ser Ana

de mi cintura, un ligero

volver a la ciudad y necesitaba un lugar donde quedarse un tiempo. -Terminó

infancia. La mujer con la que planeaba casarse. La muje

a, mis labios se

on a Cristian, una acusación silenciosa

sus ojos parpadearon hacia C

meto que no soy ninguna molestia. Si prefieres que me vaya, lo entiendo completamente. -

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY