img El pérfido juego de mi esposo  /  Capítulo 3 | 12.50%
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Historia

Capítulo 3

Palabras:1269    |    Actualizado en: 31/10/2025

ista de An

tamante, vestida con un vestido blanco de verano que gritaba una inocencia que no poseía, dirigía a dos hombres de la mudanza que acarreaban u

do un baúl Louis Vuitton-. ¡Está lleno de

o merodeando

í parada como un fantasma. Ven y ay

ctamente maquillado dispuesto

quiero molestar a Andrea. -Me dedicó una sonrisa dulce

abrazos de su silla con una fuerza sorprendente. Noté el color saludable de sus mejillas, la claridad brillante y alerta de sus ojos. Durante dos años

ando con una vitalidad recién descubierta-. Creo que todo el descanso finalm

eneficio, una cruel y delib

res -dijo Sofía efusivamente, corrien

lmeó la ma

ado una nueva oportunidad en la vida. Por eso he dec

gua en la mano. Se estremeció, una tensión apenas perceptible en sus hombros. No me mir

o, su voz un murmullo bajo-

e Dolores fu

a chica sensata, en el fo

alentonada

chicos empiecen a subir mis cosa

, su voz resonando en el espacio cavernoso. Oí un fuerte golpe en el

tografías enmarcadas, las que había tomado en nuestros viajes, las que Héctor había dispuesto minuciosamente en la pare

u voz goteando un remordimiento falso-. Fue un a

y esparcidos. Un destello de algo -¿dolor?, ¿arrepentimiento?- cruzó su rostro antes de ser rápidamente s

ncio como un permiso,

red sería perfecta para esa litografía de Frida Kahlo que a

a en el aire, un dardo

cipal. Nuestr

scensor privado de la casa pa

es mover tus cosas a la habitación de invitados al final del pa

obre mí. Esta era la pru

or, clavand

quietantemente tranqui

rendido, lue

a, esp

a tocando mis labios-. ¿No es esto lo que quería

acia atrás. Podía sentir sus ojos sobre mí, llenos de una confusión que era demasiado cobarde para expresar. Co

mariscos, camarones al ajillo, jaibas rellenas. Cada uno de los platillos era algo a lo que yo era alérgica.

ba, una sonrisa bu

ba ocupado sirviendo el pl

fía. Es la espec

nto fue una piedra fría y dura en mi estómago. Siete años

lmente volviéndose hacia mí, su tono d

i un pequeño bocado al arroz blanco si

ió el

he? Has estado actuand

ponder, Dolores habló, s

alud está mejorando, y Sofía está aquí para quedarse..

e los dedos, resonando rui

se dirigieron a mí. Por un

riz, le puso una mano

a todavía están... casados. -Dijo la palabra como si fuera

lo para esta familia. Necesitamos celebrar. Héctor

s suplicantes. *Di algo

de ayudarlo. Había ter

ró la g

drea y yo necesita

ébil y endeble, y

lenciosa y agraviada. Esperaban que llorara, que gritara, q

fante de Dolores, el júbilo apenas disimulado de

anquila y serena que se sentía c

ije, mi voz tan suave como el crista

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