andr
ano al hombro y sus dedos salieron resbaladizos por su propia sangre. Arrancó el alfiler de plat
itados por un horror creciente, como
osamente suave-. ¿O es que finalment
, Alex! ¡Es inocente! -gritó, señalan
nos que nadie, tú. -Respiré hondo, la fría rabia solidificándos
, su mandíbula tercamente apret
r, entró en la habitación, sosteniendo una carpeta de cuero. Co
cio, luego a mí, una sonrisa crue
por él todo esto? -se burló, seña
con otros -repliqué, mi voz goteando hielo. Señalé l
sa y lo rasgó por la mitad, luego por la mitad otra vez, dejando que l
documento idéntico, colocándolo en el mismo lugar. Luego otro, y otro. C
te pila de papeles, su
mbro será ese portasueros. -Miré a Caridad, que intentaba hacerse lo más pequeña
onflicto en sus ojos, el destello de miedo
ojos se llenaron de lágrimas
go-. No me siento muy bien. Creo... c
l
congeló. Mi sangre se conv
palabras sintiéndose extrañ
atónito, y una lenta y maliciosa sonrisa se extendió
ante. Colocó una mano protectora sobre su v
su venenosa mi
te darle. Porque estás v
se tiñó
mis manos alrededor de su garganta, un grito primario de rabia y dolor brotando de mi alma. Todo el dolor, to
rugido de Damián
ndome de ella. Luché contra él, pateando y arañando como un animal salvaje, mi único
lto loca! -gritó, sa
ta, lágrimas de furia corriendo p
ado en una máscara de ira justiciera-. ¿Y las
lmente injusta, que toda la lucha se me fue. Me quedé flácida
rimas-. Tienes razón. Fue mi culpa. Mi mayor error fue pensar que un hombre
rdad. No eres más que basura". Durante años, había luchado contra sus palabras, creyendo que el amor de Damián era mi
que ella muriera, y me había susurrado promesas de
la mesita de noche, tomé el bolígrafo con mano firme y firmé la co
licé e
rma
ada que un músculo saltaba en su mejilla. Arrebató el bolígr
mientras arrojaba el bolígrafo-. Volverás
dije, mi voz vací
n un fuego posesivo-. ¿Crees que un trozo de
ser, el hombre que me había destruido sistemáticamente. Y en mi
i padre. Mi dignidad. Mi esperanza. S
gan
destrozaría su orgullo y reduciría su mundo entero a ceniza
salí de la habitac
voz de Caridad, dulce y
te preocupes por ella. Tenemos
oz de Damián, tensa co
Deberíamos pl
o, saqué mi teléfono y le envié
video original. El del est

GOOGLE PLAY