ila
cargada de una furia que no se molestó en ocultar-. Solo un pequeño caso de caridad que ma
a fría y dura, se alzó
peligrosamente baja-. ¿Y tú, Fabiana? ¿Qué eres tú, exactamente?
rojo irregular. Abrió la boca para replicar, pero el so
r cualquier conversación de negocios
agia. La rabia se desvaneció, reemplazada por una máscara de temblorosa vulnerabi
cara en su pecho-. Fue horrible
profunda sensación de asco. Me di la vuelta para irme, para su
am
vía no, pero estaba cargada de una confusión que s
na, acariciándole el pel
na está muy alterada. Dij
do una explicaci
su camisa, pero levantó la cabeza lo suficiente para que nuestras miradas se encontraran.
ecorrió mis venas.
Me amenazó. Me dijo que debería
ndo por un destello de
u ceño se fr
o está... un poco insegura. No está acostumbrada a nuestra dinámi
smo veneno, ahora entregado por la única pers
apenas un susurro-. Somos una familia
encia claramente agotándose-. Solo está tratando
con mis tareas de cálculo, ahora defendiendo a una mujer que apenas conocía por encim
i me hubiera
día mirar la sonrisa triunfante en el rostro de Fabiana.
curva escalera se sintió como un kilómetro. No me detuve hasta que
un bulto frío y pesado en mi pecho. El teléfono en
ueva novia? ¿D
pó de mis labios. Respo
mon
teléfono empezó
gió la voz de Sofía, si
susurros de rumores, la oferta condescendiente de encontrarme un d
rándose-. La defendió. Me dijo qu
io al otro lado de la lín
ría! -la sarta de maldiciones que siguió fue tan creativa como catártica-. ¿Y
a sonris
guapa,
ris! ¡Suena como una serpiente venenosa! ¿Una aprovechada? ¿Diciéndote que te mud
voz, tan pura y sin diluir, me
ratando de encontrar una excusa
apricho. Esto es un incendio de cinco alarmas. Esta mujer te ve como una am
go y temblor
o
un terrible malentendido se evaporó, dejando atrás una certeza fría y dura. Fabia
-

GOOGLE PLAY