sta de Jose
arse al otro lado de la calle de nuestro edificio de apartamentos. Siempre estaba allí, un centinela silencioso y ominoso. Nuestros vecinos, gente buena que u
recordatorio constante de su poder? Comencé a llevar y traer a Cale de la escuela, mi mano agarrando la suya un poco demasiado fuerte,
enzaron la
coincidía con la frialdad de sus ojos, apareció en nuestra puerta.
firme. "El joven amo Ignacio no se encuentra
costillas. Un truco. Tenía que ser un truco. "Estoy segura de que su.
mejor esfuerzo", dijo Arturo suavemente
mbición. Me había mirado como si yo fuera algo que hubiera raspado del fondo de su zapato. Ella fue quien "encontró" las cartas falsificadas que convencie
ón endureciéndose. "No
iente. Cada vez, su historia era la misma. Ignacio estaba enfermo. Ignacio pregun
eño inquieto. Era después de la medianoche. Abrí y encontré a Arturo, su
tomar su medicina. Los doctores dicen que su fiebre es peligrosamente a
n susurro. "Es su hijo, Josefina. Su carn
e a mi corazón. "Los Herrera tienen los mejores médicos del
figura apareció en el pasillo detrás de mí. Cale, frotándose los oj
desesperación fue reemplazada por un filo frío y agudo. La máscara del
"Sería una lástima que le pasara algo. Un accidente en
cristal. La sangre se me heló. Estaban amenazando a Cale. Estaban
desaparecido. Me
s palabras sabi
chó un vistazo a los dos hombres grandes y silenciosos con trajes negros que flanqueaban a Arturo junto a la acera y su ros
ré antes de que te des cuenta, mi
nos se aferraron a la tela de mi abri
ré, besando su frente. "Vo
nuestro apartamento. Cale estaba allí de pie, una pequeña y solitaria silu