ado a la familia de la víctima. Habían obtenido s
r mi teléfono. Había un único
n. La llevo al hospital
Karla se quejaba de algo, y Eduardo la engatusaba p
len
r me llamó. Era
os muy abiertos de preocupación al ver mi rostro amora
a débil. "Todo e
n un tono medio en broma en su voz, "si alguna vez est
pulento, uno de los guardaespaldas de Eduardo
señora Garza",
e frente a Daniel. "¿Qué c
en mí, la mandíbula apretada. "Te estoy pro
encontró con la de Eduardo. Era fría y dur
u agarre como un torni
s forcejeos, dejando a Da
itación, borracho. El ol
ama. "Elena", arrastró las palabr
s mis fuerzas. "¡Q
efunfuñó, tratando
oz como el hielo. "¿Siq
na de borracho se di
a empujarlo y arrastrarm
estaba allí, con los ojos entrece
poniéndome. "Se equi
"Probablemente deberías llevar a
, sus ojos llenos de sospe
l desayuno, Karla se quejó
te tomó su plato y l
plemente volví a
confundido", dijo, sin mirarme
ro. "Algunas personas simplemente no soportan ver a o
miendo su avena, fi
y sentí una oleada de asc
nedor y salí de
do la puerta se abrió de golpe. Karla est
sientes culpa
a, mi voz plana. "¿Por q
e nada", dije. "P
cabeza se estrelló contra la esquina de una cómod
bio me corrió
ndo. "Me iré pronto. Tendr
Escuché pasos
ión cambió en un instante. Se desplomó en el suelo,
riendo. Vio a Karla en el suelo y a mí, con san
ágrimas corriendo por su rostro
sangrante, sintiéndome
Entonces, ¿por qué
guardaespaldas. "Enc
e abrieron
rró de golpe, sumergiéndom
bre mí. Viejos y aterradores rec
claust
abrazarme durante los ataques de pá
oz temblando. "¡Déjenm
enc
etorcía y deformaba a mi alrededor. Me dejé caer al suelo, clav
una súplica desesp
oto e histérico. Las lágr
encerró aquí. Mi salvador era mi verdugo.