riendo y moviéndose por el departamento eran un recordatorio constante e irritante de m
Eva llamó a
ndo abrí-. Vamos a
a fi
o. Intentaba actuar con normalidad, como si traer a su amante
ue me puse un traje y la seguí a la sala, que había sido transformada. Docenas de personas pululaban, la m
juelas que atrapaban la luz. Parecía una parodia de una est
aciéndome señas para que me acercar
conocían la dinámica, el secreto a voces de nuestro matrimonio. Me observaban con una m
mira qué cara d
reer que ag
e paga un
ue un personaje en sus chismes, una f
la atención, se sub
por organizarme la fiesta más maravillosa! Y p
. Eva me observaba, sus ojos brillando. Este era el clímax de su jue
es. Y sentí una extraña calma apoderarse de mí. El dolor era tan
té mi
mi voz uniforme-.
mi falta de reacción. Quería u
un poco más apasionado, Bruno. Un poco más como solías ser.
ó a
o dijiste que te enamor
e tensó. Esto no er
algo inesperado. Recogió un trozo de una
ando con una emoción fabricada-. Haría cualquier cos
o por su propio antebrazo. Una delg
ipitó hacia adelante, su rostr
haciendo? -gritó,
los ojos muy abi
ostrarte cuánt
traña y retorcida ternura. Lo miraba con una preocupación que nun
no sentí nada más que una profunda sensación de hastío. Este era su
vuelta
e vas? -gritó E
ellos. Eva me fulminaba con la mirada, enojada porque estaba arruinando su
ro -dije, mi voz apenas
los en los escombros