ue eso significaba. Me estaba castigando por haberme ido, mostrándome que tenía otras opciones más entretenidas
ultepec. Cada mueble fue elegido por ella, cada cuadro en la pared aprobado por e
techo, viendo cómo comenzaba a llover, sintiéndome tan vacío como el departamento a mi alrededor. Había esperado, tontame
n era un do
e la puerta principal. Me giré, mi coraz
jó caer sus llaves en la mesa de mármol de la entra
-dijo, con
sitab
la lluvia en su abrigo y algo más... el perfume de Kael.
entemente suave. Era un gesto raro y calculado, parte del ciclo de
sus ojos buscando en los mío
s labios antes de que pudiera detenerlas. Era la única
d
í, Bruno. Má
momento, casi le creí. Me incliné, mi propia es
mis labios casi tocaran los
ldad familiar en su vo
de calor en mí se extinguió. Sus manos estaban en mis hom
de su cuello, había un c
ra un sello. Un mensaje.
Se había acabado. Se había acabado durante años
ón de invitados esa noche, la primera vez que lo hacía. La cama estaba fría
timbre. Estaba en la cocina, pr
maleta en cada mano y una sonr
que yo lo oyera-. Espero que no te importe. Decid
a. Que mostrara algún destello de
solo
. Siéntete co
uiera
. Pero las palabras se atoraron en mi garganta. ¿
ó hacia mí, sus ojos de
bienvenida a nuest
ería una pelea. Quería que estuviera celoso, que
cansado para da
onto -dije, mi voz t
sa de Ev
é di
ta para salir de la habitació
presión de genuina conmoción en