o era la banda sonora de mi aburrida vida, hasta q
a empleada, haciendo añicos mis cinco años de matrimoni
os. No solo eso, se había vuelto a casar al día siguiente con Cándida Camacho, la mujer que i
hecho un borrón, solo para encontrar a M
ir por esa mujer paté
esposo,
Siempre t
jugaba a la casita con la que intentó matarme, y yo era la tont
e cinco años, se encendió con furia, reflejando la
clara y firme-. Necesito tu ayud
ítu
ía juego con el aburrimiento en cada rostro de la sala. Solo necesitaba un reemplazo para mi licencia
tico, mi número finalmente parpadeando
del cristal parecía cansada. Masticaba su ch
e sonar alegre-. Necesito un ree
us largas uñas fue el único sonido por un momento. De
miró, luego volvió al mon
egunté-. ¿Mi foto
-. Su estado civil. Aquí
tió más fuerte. El aire en la habitación
y casada. Mi esposo es Maximiliano de l
ire que olía ligeramente a menta. G
se divorció de Maximiliano
ngre se me heló. Esto no era
z temblando un poco-. Por favor, revise de
vez más deliberadame
nalizó el 12 de octubre, hace tr
a ese mes. Max había sido tan atento, tan amoroso. Me había comprado un
nía s
evo, su expresión cambiando del ab
dice que el señor De la
elo se inclinab
ó a casar?
, leyendo de la pantalla-. Se casaron al dí
golpeó como un puñetazo. Una
inado. Me miró, sus oj
Un niño. Jorgito Cam
la oficina se desvanecieron en un rugido sord
er que había in
de nuestra boda. El sol brillaba. Max me miraba con tanto amor que me d
, el
mbre. Su familia había sido un rival de negocios que Max había aplasta
. Me arrojé
jo, ver el blanco de mi vestido de novia volverse de un rojo brillante y nau
ntes de desmayarme
ndida! ¡Juro por mi
on que tenía suerte de estar viva. Pero el cuchillo ha
s de lágrimas. Juró que me amaría para siempre, que yo era la única mujer que
bra lo que quedaba de la empresa de su familia, la expuls
. Había jurado
ces,
sado con ella? ¿Cómo
d de México se sentía áspero y frío. El mundo era un borrón de
ntira. Durante cinco años, él había estado viviendo una doble vida. Durante tres años, yo habí
a tarde a casa, oliendo a un perfume que no era el mío, lo que atribuía a una clienta. Las veces que se enojab
y afilada. Me había estado abusando psicológicamente durant
casa. La que compró para mí, había
ada, escuché voces desde adentro. Un
mujer. La
a sala, mi cuerpo oculto por los grues
de emociones. Cándida estaba junto a la chimenea, sosteniendo a
a era afilada como un veneno-. ¡Te odio! ¡Odio tene
e pasó una mano por el
que solo lo hice por ti.
ía romperse más, se hizo añicos
¡Destruiste a mi famili
brándose-. Estaba obsesionado contigo. No
ida, sus ojos brillando con puro o
x se contrajo e
o tambié
s tenernos
ó del brazo
tanto que me divorcié en secreto de Elena. Me casé contigo. Rompí tod
bajando a un susurro desesperado-. Por fav
s brazos come
Quiero que papi se
zó al mirar al niño. Exte
á bien. Mami no se
clinó y besó a Max, un beso largo y posesivo. El niño apla
temblaba incontrolablemente. El dolor en mi abdomen, un eco sordo de hace cinco años,
entera. Se arrodilló a mis pies y me agradeció por salva
ntira. Una broma
o por un hombre que jugaba a la c
cenizas en mi mente. Cada palabra de amor, cada caricia ti
do. Solo era un
mí. El temblor se detuvo. El dolor retr
más su
a mano. Saqué mi teléfono, mis dedos fi
nombre. Hé
e llamar. Respondió
a cálida, preocupad
ara y firme, desprovis
to tu ayuda. Necesito