pecho-. Alana tuvo otro ataque... intenté ayudarla,
los, su voz cruda de furia-. ¡Tenía el in
ermano con la mirada-. Sofía es la que siempre le recuerda al p
ero mi garganta estaba en carne viva
n se posaron en el inha
-. Cada vez que tienes uno de estos episodios, causas una
ola con un brazo protector. Mientras se
ala influencia para ella.
ción, sus manos, aunque todavía en r
s aquí, Alana?
o me hundí en la
a empleada vi
u presencia abajo. Es la f
anado algún premio insignificante de la alta s
No me hagas recordarte lo que pasa cuando molestas a Sofía. Estoy
o era una prisionera, y
gos insípidos de Sofía. Un grupo de ellos me acorra
n siga con ella después d
ella, estaría adorando a Sofía,
e", derramando champaña por todo mi ve
e la habitación y vi a Damián observando todo, con una expr
iró y me dedicó una sonr
ar en el pecho. No podía
fía soltó un jadeo teatral
e siento..
me deslicé fuera de la abarrotada habitación
tranquilizadoras, supe que tenía que volver a entra
entrar al salón de b
bía desa
scaba como un
tá? ¿Dónde
os frenéticos s
mbién te h
jardín -dije, con
iones de vigilancia! ¡Ahora! -bramó. S
nos minutos más tarde por mí. Pero las cámaras que cubrían el jardín y l
ra un caso abi
afuera -siseó, su vo
, y
raron, sus manos co
agarró la barbilla, sus dedos clavándose en mi piel. La
mbres, su voz un susurro venenoso-. Mant
hice nada! -grité, luc
o me creyó. N
perdidas en la noche. Me llevaron a una mina o
res habló por u
jado, y los... artículos... han sido
re se m