su voz baja, pero sus ojos estaban fijos e
ara. Ella la tomó, su ros
desaparecían en el pequeño y tenuemente iluminado
helada. Mi amor por él, mi esperanza, mi ingenua creencia de que al
a una de las amigas de Bárbara-.
temblando, y salí de la habi
los rostros sonrojados. El labial de Bárbara estaba corrido, y en la pálida piel de su c
ó un dolor agudo y
ente hacia la p
e a un amigo de Alejandro que pa
e observó marchar, su expresión ilegible, mient
ibujaban tras la ventana. El cielo estaba oscur
aje de video de un número
né rep
a imagen era clara. Se estaban besando, un beso deses
la voz de Bárbara era un susurro
, su rostro grabado con un do
árbara. ¿Qué se s
onó ella, sus manos enredadas en
go y entrecortado suspiro
decirte que no. Siem
deo t
os hundidos. Mi corazón, mi matrimonio, mi mundo entero acaba
mensaje. `Es mío.
é las luces de la ciudad
odas del dedo, la simple banda de oro que una vez se sintió tan pesada de promesas. Sin pensarlo d
is lágrimas se habían ido, reemplazadas por una frí
a última maleta, la pu
ro de Alejandro era oscuro, tormentoso. Bárbara s
-pregunté, m
squirlas de hielo. Me señaló con
a ladron
paso ha
aparecido. El que le dio su abuela. Vale
ente, la sang
tomé
n sus ojos. La completa y
un dolor tan profundo
uerido una sola cosa d
stro cuando una lágrima escapó
maestra manipuladora, co
. Significa mucho para mí. Mi abue
brazo de
e que no
lo en un montón de falsa desesperación. Miró a Al
la frase en el aire, la implicación clara y venenosa.
tro se
jiste de
vio su
hacer que la seguridad revise su
do. Esa er
ez. El sonido fue como un disp