partió el ab
quien había criado con el amor de
ado de fresa, una bebida que
d que susurró: "Siempre te he odiado, Sofía. Te odio
i vestido blanco: mi bebé, el
, para decirme que era un "aborto espon
ijo: "Estás hecha un desas
silenciosa de mi vida: diez años entr
no era mía, de una empresa que yo ma
compromiso, solo llamó para asegurar su pe
había sacrificado su
taba roto, pero una rabia fría
crita. "¿Dinero? ¿Joyas? ¿O quieres que formalicemo
l premio de consolac
a, tomé un trozo de cri
destruir el símbolo
itó Ricardo, pero e
tré el cristal por mi mejilla i
odiaban, la que usaban. Y en medio del
mo dinamita, me liberó d
l alma libre, crucé la puerta, d
a vuelt