ba en mi cocina, una melodía reconfortante
s de oro, cincuenta años de vida compartida,
sta que una llamada de Juanito rompió la calma,
os de Ensenada, un verdade
su detalle, a pesar de que "esa mujer" de
ó poco, justo hasta
entos pesos", soltó sin ro
ión de la niña, una trampa vil, un chantaj
vadió, un golpe bajo
na nuera pudiera ser ta
as", le grité, "¡Hemos apoyado a nues
mí, una furia helada
uenta años se esfumó, reemplazada
se hizo insoportable,
, con Pedro a mi lado y
débil pero inquebrantable, "¡No te qu
í; era hora de que esa ví
buela, y ahora, iban a con
a apenas