o, el aire olía a una sutil fragancia de lavanda y las enfermeras llevaban uniformes impecables y sonrisas ensayadas. Me sentí
os grandes y curiosos. Supe de inmediato que era Isabella. Tenía el mismo cabello oscuro que Sof
la" , dijo Sofía, con u
una mano. "Hola. G
emente. Estaba fría. No sentí nada. Ni compasión,
. Me hicieron un sinfín de preguntas sobre mi historial médico, mis hábitos, mi
ha sido. Fuerte como un roble" , decí
aban y zumbaban. Durante el ultrasonido de mis riñones, Sofía se asomó para v
os?" , preguntó, como si estuviera
eñorita Rojas están en perfecto estado. Pero debo recordarles que una donación no es un procedimiento menor.
fía, impaciente. "Pero los jóvenes se re
arciera por mi piel. Me sentía disociada, como si no estuvieran hablando
o que los resultados preliminares eran muy posit
ella con fuerza. "¡Te lo dije, mi amor! ¡
edio para un fin. La herramienta
o no paró de vibrar.
s llegaron! ¡Eres 100% com
demos programar la cirug
¡Le has devuelto la espera
ria me resultaba obscena. Esperé a que terminara su mo
ra el d
llegar. Cuando lo hizo
" había servido para el depósito y el primer mes de renta. Era la primera vez en mi vida que vivía en un lugar sin humedad en las paredes. Me senté en el suelo,