ras arrancaba hierbas, el aroma
s afueras del pueblo, encontr
arrebatada violenta
fugaz y amar
amiro, mi esposo forzad
a, su amante, sonr
de tu sangre, Sof
ión y maldición, p
vida, la capaci
na enfermó, no dud
ente, transfiriendo m
o, viendo a Ramiro besar a una Catalina
, el destino tenía un ret
a estar postra
Elena, me sup
omo madre. Mi hijo...
piándome la tie
o mi respuesta
z era
na. "¡Ramiro siempre te admiró! Inclus
i me hizo perde
voz helada. "Ramiro nunca me vio como nada más que una h
surcó s
n corazón! ¡Dejar morir a un
jó en mis labios. "Doña Elena, su hijo no está enfermo por ca
sión la
taba sabotear los frenos para matar a un rival se volcó sob
tro pa
su hijo, la certeza en
ecisión. No curaré a Ramiro.
la ironía, me trajo
miro, el hombre que R
meses en cama" , dijo. "Ust
pieza clave