e rabia y dolor, escapó
con las manos extendidas como garras, a
truo!"
enormes vestidos de negro, la interceptaron. La sujetaron por los brazo
me! ¡La vo
con calma, su rostro un
ijo con una voz peligrosamente baja. "No me o
cerlo. Derrotada, dejó de luchar. Los guardias la arrastra
mo si nada hubiera pasado, "
tangular, envuelto en un paño de seda. Mateo lo
un cristal, había un papel ama
strucción. Era el documento que representaba décadas de trabajo honesto, el sudor y los s
milia Rojas. Un recordatorio de que, sin importar cuán alto vuelen,
era peor que el relicario. Esto no era s
elante, fingiendo una preo
alto para que todos la oyeran. "No te preocupes. Es solo u
mpasión era
e!" espe
stante. "Discúlpate con Camila. Ell
día? ¿Después de lo que acababa de hacer? La estaba ais
dijo Sofía, su voz tembla
estuviera tratando co
ro dos." Se volvió hacia Cam
ió, saborea
r, ¿dónde fue nuestra prime
risa cómplice que partió en dos l
"Tienes die
restaurante? ¿Un bar? ¿Un viaje? Podría ser cualq
persona que creía conocer. No encontr
o lo sé,"
suavemente. "Fue en la terraza del Hotel
uesta incorrecta, Sof
u padre y caminó hacia Camila,
s t