luces del salón de fiestas, un diamante en
esentaba: la promesa de un futuro con Mateo Díaz
l anillo se sentí
oftware, había encontrado un fallo crítico en el sistema de segu
imentándose de café y ansiedad. Rechazó una oferta d
stuosa, donde Mateo podía presumi
la ex de Mateo, se abría paso entre la
se clavó en el anillo. "Qué joya tan... grande. Mateo siempre ha tenido u
helársele. Sabía que es
real, no de una conveniencia pasajera," respond
de Camila
n que solo está aquí por el dinero. Todos sabemo
encio, convirtiéndose en un círculo d
Mateo. Y a diferencia de otras, mi lealtad no depende de su saldo bancario. De
a se descompuso en una mueca de furia.
nte se dio la vuelta y huyó, pero no s
razo. Era Mateo. Su rostro no mostraba gr
ciste, Sofía?" siseó, arras
teo. Dijo que solo es
e. A ella. Delante de todos. ¿Sabes cómo me hace ver eso a mí?
ujer? ¡Salvé tu empresa! ¡Tu futu
isa sin alegría que
al. Camila puede ser mi ex, pero sigue sie
instante, era superficial. Estaba co
dijo Mateo, su voz bajando a un susurr
qué ha
torcida en una sonrisa cruel. "Un juego para enseñ
s palabras, Mateo levantó la voz, llam
" exclamó. El sil
ro del salón, arrast
algunas reglas básicas de etiqueta. Ha ofendi
e extendieron c
os a tener un pequeño entretenim
n de lágrimas de humillación
mente, sus ojos fr
omando la mano de Sofía, "
del dedo. El diamante, que momentos antes simbolizaba un futu
a, Sofía. Y la primera a