r atención, la habitación privada más lujosa, comidas de restaurantes gourmet. Incluso venía a vi
ión. Era como si estuviera cumpliendo con una obligación.
se había extinguido por completo. Mirarlo ya no le producía mariposas en el estómago, solo un vacío inmens
erla. Cuando Sofía salió de la habitación, se en
. Al ver a Sofía, la miró con desprecio
te", ordenó Mate
asculló, sin mirarla a los ojos. "No quería hacerte daño. Es
n arrepentimiento. Sofía no dijo nada.
a", anunció Mateo mientras caminaban hacia
echo que el hombre que la había agredido y que era el amante de
que iba en el asiento del copiloto. Le preguntaba si tenía frío, si quería escuchar otra música
Diego intentó llamar a un amigo, pero
a autoridad posesiva. "Estás aquí para r
o, pero no protestó.
risas y las conversaciones que venían del salón. Se sentía como una extraña en su propia casa.
de agua y, al pasar por el salón, vio una luz encendida
Se asomó con cuidado y
l, iluminando la habitación con un brillo fan
de pie junto a
ernura, una devoción, una pasión tan intensa en su mirada que a Sofía le costó r
te de su hermano. Sus dedos rozaron la piel de Die
ncio de la noche, Mate
erado, hambriento, lleno de un anhelo reprim
n definitiva de que ella nunca había tenido una oportunidad. Su matrimonio, su amor, su
con el alma rota. Ya