mico de una máquina. Abrió los ojos y vio el techo blanco de
tada en una silla a
surró Sofía, con
salto. "¡Sofía! ¡Gracias
ellado un camión", dijo S
margo. "Se llevó a Diego a casa. Ni siquiera se molestó en
o añicos una vez más. Ni siquiera después de que su hermano casi la m
só su teléfono
ie de él y Mateo en el sofá de su casa. Diego tenía una pequeña tirita en la mano y una e
la había visitado, sino que estaba en casa
, dijo Sofía, con una voz c
tiene a los mejores abogados. Dijeron que fue una pelea de bar
peó con un
palabra contra la tuya. Y él tiene el poder y
itación se abrió y entró Mateo. Impecable
", dijo, como si estuvi
ste a la policía?"
respondió Mateo con calma. "Diego es jo
la en la cabeza!", gr
hiciera. ¿Qué más quieres, Sofía?
de la persona de la que se había enamorado. No h
", dijo Sofía, con la voz rota. "¿Alguna vez se
modo. "Eras... conveniente. Eras la esposa perfecta.
¿Qué estás enamor
itación fue la única
ivorcio es lo mejor. Te daré una compensación generosa. Dinero, pro
a garganta. ¿Un pago por sus servicios? ¿C
, su amor, su matrimonio... todo había sido
u maldito di
arrojó a los pies, haciéndolo añicos. El sonido del c
e pudo reunir. "¡Sal de mi vista y no vuelva
ella no pudo descifrar. Luego, sin decir una palabra más
r, de humillación. Había tocado fondo. Pero en el fondo de e
antar. Y se