se filtraba por la pequeña ventana, iluminando el desastre de la noche anterior
a. Sus risas llegaban hasta nosotras, afiladas y crue
inero" , ordenó, y
a de café en la mano y una sonrisa de suficiencia.
ado, la miró con una val
i papá" , dijo con su
soltó un
, escuincla. Y tú y tu mamá se irán
pretó l
¡Por tu culpa mi
e. Valentina, con un gesto de fastidio, derramó a propósi
a sorpresa y la injust
soy" , dijo Valentina c
no fue debilidad, fue la erupción de un volcán. Me
orriendo, alert
pasa
lloriqueó Valentina, mostrándole un
razo de Lucía, y luego a Valentina
ntó la mano y le dio
e mi hija se giró por el impacto. Se llevó la mano a la mejilla, mirándome con l
o existíamos mi hija con la marca roja en su me
z no sonó como la mía. Salió de las profundidades de
él, empujándolo
!? ¿¡Golpear a tu propia hija
los brazos, su cara de
e tu luga
jos, sin miedo. Por primera vez en años, no sentía miedo, solo u
da y cruel se dib
a dejar ir tan fácil? ¿Para que
de lo que
. Tú y ese estorbo. Y voy a hacer de cada día de tu
ue me hizo tropezar. Agar
jemos a la servidumb
, con mi hija llorando silenciosamente a mis espaldas.
iendo en uno. Y estaba lista para inc