io era una forma de tortura más refinada que cualquier palabra. Cuando finalmente habló,
me interesaría una mujer que se ofrece tan
éndola. Levantó la cabeza, sus ojos
eso era lo que qu
he oído, no eres tan selectiva. Tu prometido, Marco, y ahora tu amigo de la infancia, Di
ta la llenó de una rabia impotente. "¡Marco es
devorarte," se burló Ricardo. "No me su
estuvieron al mismo nivel, sus o
abra diseñada para desarmarla. "Al menos, no de
ué? ¿Todo esto había sido un juego cruel para humillarla? La espera
?" susurró ella. "¿
e sirvió un vaso de whisky, el sonido del líqui
te, dándole la espalda. "Reabriré el ca
co. Un rayo de esperanza, tan b
ver
ara enfrentarla de nuevo. La mirada en sus ojos
eguntó ella, temi
y absoluta sumisión. Harás lo que yo diga, cuando yo lo
uedó sin aliento. No estaba pidiendo una noche, estaba pidi
itación y la tomó del brazo, levantándola del suelo con u
ntó, su rostro a ce
llación anterior y el giro de los
uizás, decidió interpretarla a su manera.
e ofreciste tan amablemente, sería una groserí
resó con tod
diji
ción," la interrumpió. "Esto es diferen
Sofía soltó un grito ahogado, pero él la acalló con u
mármol. Cada paso hacía eco de su derrota. La llevó a un dormitorio vasto y oscuro,
n una penumbra que solo era rota por la luz de la luna que s