como debilidad, como la vergüe
anchó, llena de u
ara con una niña. "No te preocupes, no soy tan cruel, te permitiré vivir tu vida en la oscuridad,
ntró en el jardín, su paso lento pero firme,
lado, alto y formidable c
Itzcóatl vac
ignifica esto? Este es un a
lado, colocando una mano
as repudiado a Xochitl, la has liberado de cualquier vínculo contigo según las
, una sombra de confusió
qué imp
ueno. "Porque yo, Cuauhtémoc, líder de los guerreros águila, he soli
uió fue pesado, car
a arrogancia a la incredulidad, y
ro jugar con un juguete que él
ada clavándose en mí. "
hablé directamente contra él, no con
ije, mi voz clara y firme. "El señor Cuauhtémoc me ha
un paso adelante. "¡Tú me perteneces!
an descarada que re
o de músculo y honor. "La arrojaste a una fosa con serpientes, la humillaste
ró, sus ojos fur
Cuauhtémoc era peligrosa, así que recurrió a lo qu
e razonable. "Este hombre solo te usa para sus ambiciones política
su voz bajando a un
a Citlali, pero puedo darte un lugar en el palacio, serás
n degradante, que una oleada de
tortura, la traición, ¿creía que podía comprarme con la promesa de
cia no ten
mujer, debería sentirse agradecida p
e el m
l, la que alguna vez pudo haber sentido algo por el hombr
ersión tan profunda y absoluta
que viera un destello de lo que
algo mucho más fr
o que se siente
z goteando un sarcasmo tan sutil que solo alguien que m
se mi mano en su brazo, un ges
tá con mi fut
de Itzcóatl era algo
tirano al que se le niega alg
mente, su capa de plumas
itl" , gruñó por encima del hom
as de sí una estela de
en mi interior, hic
vería
rutaría de s
seria, cada cosecha fallida, cada niño hambriento, cada plaga que azotara
abía despreciado era la única
tenciado a mí, sino que había firmado la
había c
lo de sobrevivir, s
iba a