sobreviví a
uizás las serpientes sintieron la frialdad de
pozo, cubierta de tierra y
a las cámaras de la Sacerdotisa Madre, un san
una mirada que era una m
, susurró, su
pia y trataron mis heridas, que
rotección, en un ai
pacto, y aunque no podía desafiar abierta
enteré de los pl
mo susurros a través de
a oficializar su
no la boda más grande y lujosa qu
os de las provincias más lejanas, se encargaban joyas de oro
ara celebrar a la mujer que, según él,
an amarga que c
opulencia era una b
e compromiso, la que había te
a humilde, casi secreta
er a los dioses con una ostentación
de mi linaje que consi
oyas, y la ceremonia se celebró en un pequeño te
me miró, su mente y su cor
la celebración extravagante que ahora planea
Madre vino a verme co
ado una propuesta"
, sin e
erreros águila, ha solicitado fo
é sin a
uhté
me había mirado con preo
ada audaz,
a, pidiendo la mano de la mujer qu
facción es fuerte, y muchos nobles y guerreros están descontentos con la ceguera del Emperador. Cre
a de amor, era una
alternativo, una salvaguarda
lo durante
ignificaba atarme a otro
protección y una plataforma desd
a Cuauhtémoc de
usto, siempre había
ia, Cuauhtémoc fue el único que expresó sus
a confia
, mi voz firme. "Acepto la
sintió, una chispa de
on cuidado, se anunciaría en el momento ad
s la arrogancia de Itzcó
staba en el jardín del templo
a
ose, con una sonrisa de
sto desde la n
de vida, sin una pizca d
ndes" , dijo, su tono burlón.
n silencio
que te aparté de mi lado, el imperio ha florecido, las primeras lluvia
e a mí, su somb
a farsa, sino una maldición, tu ausenc
rogancia de su declar
aban en esa época del año, no ten
mérito, usando el ciclo natural de las
a risa genu
s me hirieran, que me hi
a no era
ía un frí
que el pacto ancestral no funcionaba con los ciclos de una so
a estaban plantadas, y que él mismo las
la verdadera plaga, a
ignorante, no tenía