img La Elegida Olvidada del Sol  /  Capítulo 1 | 22.22%
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Historia

Capítulo 1

Palabras:1115    |    Actualizado en: 08/07/2025

a copal quemado y la tensión no expresada de cientos de nobles, to

del Sol", sería formalmente reconocida como la esposa principal del Emperador

de obsidiana y plumas de quetzal, no vi destin

resonó en el silencio, cada palabra un golpe. "¿A una mujer cuya únic

anca se sentía como una mortaja, mi corazón latía con

, ya había sentido esta humillación, y

erza de un rayo, no como un sue

a llorado, había intentado recordarle el pact

ndato de los dioses" , le había dicho,

ta fue una

ó de mis títulos y me entregó a su

el pacto, fue acusada de traición, sus tierras co

nuestro hogar, y todo porque el Emperador e

a ahora, con una sonrisa disimulada y una mir

a en una fosa helada en las afueras de la

de la traición y el sonido de las risas de Cit

itl" , me susurró. "Ahora solo

me habían abandonad

a oportunidad, no por pie

apenas unos días, justo a tiempo

no había lágrim

plicas en m

una determinación tan

endentemente calmada, clara, sin un atisbo

y lo miré directa

por mi falta de reacción, esper

ir, mujer? ¿Ninguna súpli

unca había conocido la verdadera adversidad, un líder q

a su brazo, su rostro una más

voz dulce y melosa. "Quizás realmente cree en esas

labras era un vene

me habían enfurecido, me habían h

n una serenidad que

a muestra de sumisión que contra

do con una sinceridad vacía. "Si mi presencia y mi linaje son una farsa, entonces no

en el salón

dotisa Madre que me observaba con ojos preocupa

el Emperador" , continué, manteniendo la cabeza baja

una sombra de duda cruzand

on de las manos, mi sumisión lo desar

on un gesto de desdén. "No qu

sin prisa, sintiendo cient

la de Cuauhtémoc, el líder de los guerreros águila, un hombre conocido

ino una profunda preocupació

pocos que realment

urró algo al oído y ella soltó una risita cris

fija en ella, una mirada llena de un

mi memoria, una répli

, el dolor no

ntó la llama fría q

u nido de amo

es, no volvería a rogar

plemente me h

mperio cuya prosperidad dependía de la sangre que corría por

aría sobre esas cenizas, suplicando por la f

mi única razón para v

activamente, no, eso

evelara por sí misma, a través de la h

ía la propia ca

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