espesa y punzante que
lor sordo en mi vientre y una punzada aguda en
ero los párpados me pesab
dos comenzaron a filtrars
n v
fami
o. Sonaba tensa, baja, como si no
Doña Elvira. Su tono era co
Alejandro? Un accidente en las escaleras,
s de confianza, ya sabes, de la familia. Dijo que fue
no resbalé. Alguien me empujó. Sentí unas manos firmes
stardo?", preguntó mi sueg
la habitación. Pude sen
á resuelto, mamá
andro fue un s
o
no
bé. M
el bulto familiar de ocho meses. Solo había un vacío doloros
del hospital parecieron cerrarse sobre mí, aplastándome. El amor que sentía por Alejandro, la confia
a una m
s promesas de un futuro juntos con nu
había
ado a nue
me heló la sangre. "Ese niño nunca debió haber nacido. Mancharía el apellido Varga
que siempre me sonreía con falsedad, la que me traía fl
aterradora. Sus viajes de negocios, sus noches trabajando hasta tard
ntes... ni sorpresas en el futuro, el doctor le administra
abitación, rebotando en l
té
iban a robar la posibilidad de volver a ser madre. Querían b
fono vibrando interr
on un poco. Su voz bajó aún más, pero en el silencio
todo salió limpio. Pareció un accidente... Sí, el pago ya fu
una p
que tú la empujaste
del horror enc
él dire
alguien.
me mataran a m
onía que desgarraba mi alma. Me mordí el labio con todas mis fuerzas para no gritar, para no delatarlos y adve
uir siendo la Sofía débil y con
ofía acaba
con mi
ico y a traición, nació otra mujer. Una mujer con el co
que es
ue sobr
ndro Vargas y todos sus cómplices
ciosa se deslizara por mi sien, y me sumergí