que me envolvía, cada hueso de mi cuerpo
iliares, la tensa de Alejandro, mi
jandro? Un accidente en las escaleras, justo a
un resbalón desafortunado, común en su estado.", respondió
astardo?", escuché a mi s
encio
má. Ya no existe.", sentenció
bé. M
bía desaparecido, dejando solo un vacío doloroso bajo la
lejandro se hicieron añi
haría el apellido Vargas. Ahora solo queda el hijo de C
tente. Ella tení
el doctor le administrará un medicamento. Algo fuer
atado, y también la posibil
ie sabrá jamás que tú la em
alguien lo hiciera
nte. Me mordí el labio, el sabor a sa
ua y confiada, acababa d
eva mujer. Debía escapar. Sobrevivir. Y un día, por la Vir
lágrima silenciosa,