o, Ricardo rentó el restaurante más e
to de hadas, con orquesta de cuerdas
collar de diamantes y me prometió
elícula y al día siguiente los titu
Lomas, mientras él se duchaba, metí l
jeto pequeño
lápiz
un rosa chillón, fosfore
ficial, como a chicle
edé h
ado con el lujo, nunca habría
ecuerdo fugaz
levaba ese mismo labial
do dijo que me veía muy... fresca con él,
to, no le di
n mi mano, sus palabras reso
ió del baño
unda parte de la cel
desvaneció al
eguntó, tratando de
voz más calmada que pude fingir. "Es
una risa
er de alguna invitada. Tíralo
o tiró a la basura co
arruine nuestra noche. La únic
tacto, que antes me derretía,
orzando u
zón. Es una
supe, con una certeza que me heló los
o de hadas se