petito, un tormento en una casa donde la cuchara de
ncuenta pesos, el premio de un concurso de dibujo q
solo para ver cómo la sonrisa de orgullo de
os nuevos para el fútbol", dijo, sellan
stes, el hambre en mi estómago se transformó: e
e robarme así, negándome h
dinero; era sobre mi
te mundo, tendría que tomarlo, sin
golpe, y yo estaba dispuesta a p