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Historia
Amor Virtual, Dolor Real

Amor Virtual, Dolor Real

Autor: Gavin
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Introducción

Palabras:4948    |    Actualizado en: 08/07/2025

l sistema me h

uista fallida.

inada en di

el cubriendo con un paraguas a Camila, l

fracasos humillantes, todo para regresar a mi

a lluvia, lo dejó claro: «Amo a Ca

on crueldad: «N

erte real, mi cuerpo en coma no

a me ofreció una salida: «

er, escapa

or Camila, vi la pulsera que me

me invadió, des

voz temblaba de un

nales extremas. Extensión de gra

la mirada de fastidio de

ban, lo detuve: «

o: «¿Terminar qué

trato. Y ahora, lo

sera a Camila, la

quiero. Ya no qu

rrojé

o de ira: «¿Qué te p

nsé de ser tu chiste, tu

lgo por ti? Todo fue un juego, X

imo golpe: «Nun

aso, mi enfermedad termi

rando a Axel y Camila, dejánd

de vuelta al mundo real, con el

bía acelerado mi cáncer,

eció el Sistema, una int

n "Amor Virtual" , un juego

a Axel, mi vida

erada,

mi padre, para mi p

el, mi avatar se parecí

, me dijo, «el parecido a

ue el más doloroso,

, yo a su lado

creí que me veía a mí,

amila ganó el premio, y

zó gritando: «¡Camila!

soy X

«Claro que eres tú, mi Camila. ¿Q

nte, y ese beso

zón se

ra consolarlo en el aniversario de su mad

ipuladora, pero luc

eso, me enam

arra, de su ceño frunci

favoritos, arreglaba

ando sus sueños, sueños dond

isible, y él ni siq

, murmuró. «Siem

e, mientras yo, rota y vacía,

ité, pero él ya

el, con resaca, se sentó

ncio er

s días

solo le ser

hinchados y el r

tás

seca: «Estoy

n de la noche pesaba

e firme. «D

ndido: «¿Un m

n preguntas. Acompáñame, sé amable. Finge, si e

recuerdo solo mío, sin la sombra d

La idea era extrañ

a de mi partid

ué harí

mentí. «Por molesta

esperación en mi

í me deja

resignado. «Un mes.

», un nudo e

o. Tenía mi mes, trein

«Para empezar... quier

stá al otro lado del mundo

o. Puedes permitírtel

: «¿Por qué gastaría tiempo y dinero en ir contigo? C

labras

o ir», di

jiste que harías lo que te

ostraba irritación,

«Iremos. Pero no esp

spondí. Y por primer

iar Norte fue la

otante con aburrimiento, y y

de arte, me sentía org

o se iluminaba con cortinas

o de lo qu

leza nos unió. Incluso

e», murmuró, mi

entí una punza

vendía "Lazos

pareja los ataba al mirador,

turística, pero y

mbolo, au

pedírselo, lo

jos estaban fijos en una f

Ca

e piel blanca, riendo y tomán

todas las miradas,

ó. La magia del mom

a aquí. El juego siempr

. ¿Qué sentido tenía? Sería u

ntiendo el fr

sta de Camila, co

ue lo miraba, con

a decirme algo?», pre

ntí. «Solo est

que esto es difícil. Pero tienes que superarlo

do. Esta vez, sin la punzada

ente firme. «Te lo prometo. Des

aliviad

volvió, de

anzantes, mi sue

ré. «Quiero ir a un

mirando su teléfono, se

al de los Farolill

tudes y el calor. Allí

os de Verano era un torbell

pel coloreados colgaban, cr

mida frita, a dul

a primera

Axel parecía relajado. S

cluso sonrió u

e detuve ante uno de cajas

illa, pero la melodía era clás

endo la suavid

preguntó Axe

sin pa

ces es

aba al vendedor. Me entreg

rendida y conmovida. Era el primer

sintiendo una chispa de f

mes no ser

ó exactamente

¡Qué sorpresa en

familiar atravesó

con una sonrisa

do sobre el calor

u mirada pasó de Axel a mí, y

dijo, con interés artifici

respondiera,

ntado esta pieza», mintió descaradamente. S

a Axel, hacien

pramela. P

imena», tartamud

, ¿verdad?», me lanzó una mirada d

pliqué, mi voz temblab

un gesto despectivo.

, sus ojos se llenar

ón... era la favorita de mi abu

diseñada para apelar a la debil

, una súplic

vor... es impor

ón y la rabia me consumían.

rotesta f

a caja de música a Camila

o a la influence

acia mí, con expr

. Te compr

le dio a Axel un beso rápido y se alejó ta

rota, en medio del festi

que por un momento Xi

aparecido, la melodía de la

o Axel, intentando tomar mi mano.

como si su co

roso. «¿No me viste? ¿No me escuchaste? Est

que era de

miradas. «¡Ella miente y tú

tás haciendo

lozo. «Me acabas de humillar, regalaste mi regalo a

rado. Los farolillos parecían burlones

e fue. El pequeño destello

os hombros, su ros

. Fui un idio

e dejé llevar, su calor era u

caja de música mejor», susurró

ota que derr

l con una fuer

ja de música! ¡Se trata de mí! ¡Se trata de que alguna vez en tu vida pienses en mis sentimientos! ¿Alguna vez t

la rabia dio paso

de mis acusaciones lo golpeó. Se dio

», repitió, las

ra caja de música. Más grande, más orn

reciéndomela. «E

ía era una canción pop alegr

con la

a qui

es más

, mi voz fría y fin

u regalo equivocado. Ya no quería sustitutos ni premios

utos después, con d

do enmendar, me tomó de la man

té, sin oponerme, demasia

trarte algo

lugar que conocía, pero me condujo a

plantas exóticas. Y en el centro, en

con una pequeña sonrisa.

da. Ladeó su cabeza, mirán

o», dije s

aro respondió claro y ra

. Miré a Axel,

usurró. «¡No le hagas c

calló. Voló y se

su cabeza contra mi mejilla

a, solté una risita.

más afecto genuino de est

oven para mí», le dije, ac

e alegría, luego miró

», graznó. «¡Dale u

vergüenza. Se acercó rápidamente

uedes pedirle que se case contigo!», espet

ca las palabras,

repetí, mi risa

abía dicho. La palabra fl

pájaro del hombro y l

el, mi expresión

volviéndolo a la cruda realidad.

ombreció, la vergüenza reemplazada por el dolor del record

ajando la mirada

xtraños. Fiel a su promesa,

vó a museos de arte, conciertos underground

se hacer con él, cosas par

llevó a una jo

que quie

cogí un collar sencillo, c

ron mi nuca. El gesto fue tan í

e era parte del tr

rendió con un cab

etrato nuest

xel me rodeó con el brazo, su c

lienzo mostraba a una pareja genuinament

irando el retrato. Todo e

a ver los fuegos artificiales anuales des

, dijo, sentados en la hierba. «Pensé lo b

también recorda

s artificiales desde la vent

foto de ella y Axel, besándose apasionada

e momento con alguien.

tan cruel que

borrando a Camila para crea

erdos no se p

sado, un pasado que él p

llaron en el cielo, pintando

en la misma colina donde, en otro intento,

», dijo Axel, con una m

o solo sentía un pr

s. Había vislumbrado

o amable, estaba teñido d

ir, cansada de este do

a de te

e. «¿Podrías ir a comprarme

bebidas estaba al pie de la

ró, reacio

evas de aquí. Vu

la frente, un gesto dol

areció de mi vi

erto, lejos de las luces y el ruido. El

ojos y res

mé en voz baja

iones respondió: «¿Lista p

ra. Termina el protocolo

si la IA procesara un

bio significativo. La probabilidad de éxito aumentó

beza, aunque nad

misión. Ya no. S

tirás de est

ar de luna. Luego, en Camila, la caja de música, las lágrimas, la

rteza absoluta. «

lo de salida. La transferenci

se volvieron transparentes, pa

adrillos del callejón

ime

Axel resonó. Debió sen

s botellas de refre

o! ¿Qué est

vanecerme. Corrió hacia mí, intentó abrazar

or, quédate!», suplicó,

su rostro. Por primera vez,

iste y serena. Mis pierna

Axel»,

u mejilla por última vez. Mi toque f

l, la confesión sal

, dejándolo solo en el callejón oscuro, de rodillas,

iliar olor a desinfectante y el con

de hospital. Mi cuerpo se sentía débil, pesado, lleno

upación. Verlo me trajo una oleada de amor y culpa. Había pasado tanto tiemp

s y el rostro cansado pero amoroso de mi padre. Intenté concentrarme en

lo

tras mi padre había ido a la cafetería

fermera. Pero no

Ax

una camiseta negra- que le quedaba extrañamente bien. Su cabello estaba un poco de

dijo, su

de que pensé que estaba alucinando, que el

nico que pude articul

do un paso dentro de la

os blancos. Las flores favoritas de Camila

de noche para ponerl

dije, mi voz más fuer

vo, con

. son p

los lirios», d

rado con desdén. «A Camila le parecen flores de campo, muy simples. A ella le gustan los lirios, son más elegantes.» Al día

rostro se contrajo en una mue

o torpemente sobre una silla en la e

ada recorriendo mi frágil f

voz cargada de emoción. «Hackeé el sistema

aba allí, de pie frente a mí, una prueba viviente de que el

no, pero la retiré y la

era solo la barandilla de la

e toq

hirió, pero

cucharme. Cuando te fu

qué? ¿De que tu jug

ustia. «Me di cuenta de que

da amarga que se

aliento, lo miré co

son mis flores favoritas. ¿Y dices que me amas? Lárgate, A

lta, dándole

xel no

i padre se fue a de

on sopa caliente

», dijo suavemente, se

r de la sopa, simple sopa de pollo, m

bles preparándole esa s

n "gracias", sin un gesto. Y

opa. La ironía e

ngo ha

Ximena. So

uso la sopa. Llenó una cuch

a», dije, intentan

el tazón volcándose en la cama,

líquido hirviendo para protegerme, desvi

el apenas se rozó. Su mano, sin e

entraron corrie

re y le vendaban la mano a A

en? ¿No te

sacrificio instintivo... todo

ando un silencio tenso, lo miré fija

s lo que haces. Siempre te lastimas por pr

rte que la quemadura. Vi el

lo. Quería que sintiera una frac

xel regresó, mano vendad

sayuno de u

comida a domicili

te eso», dije, señalando la

sillón hasta que llegó mi comida, luego s

uiente volvió.

hazaba y un pequeño ramo de margarita

rón y se sentaba en su rincón, obs

me encontró miran

necesitas moverte un

quie

a levantarme, me envolvió en una bata y me guio fuera

sendero. El sol era débil, pe

o. Intenté tomar su mano, pero me rechazó p

s de mí, como si le avergon

nía mi brazo con firmeza, como si

resía me

frenté a él, mi p

do te necesité? ¿Dónde estabas cuando te rogaba por atención? ¡Me estaba muriendo por dentr

reprimido finalmente ca

, con el rostro lleno de dolor in

brazos y me apretó contra

lanto desgarrador, el sonid

o desapareciste... fui a ver al Sistema. Le rogué. Le ofr

us brazos, escuchand

e mi vida en el juego. Mi código, mi existencia... todo. Si lograba que volvieras a amarme, si

s muy abiertos. La magnitud d

istencia por mi opor

enfermedad en mi cuerpo no era

inita. «Ya no importa. Aprecio lo que hiciste. Pero ya

más amable que

ormir, Ximena se dejó l

ra vez que vio a

flor, tocando una melodía

ando un halo a su alrededor. Se

dejó de ser una tarea y

estos de bondad qu

a, puso su chaqueta sobre mis hombros, antes de

tamente como me gustaba, y luego dij

el que pudo ser, un Axe

s oscuros. La conversación donde me

, Ximena. C

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