el polvo inexistente de su vestido negro.
e?", siseó, su voz llena de veneno. "Yo también
una risa sec
un accidente hasta que yo te lo dije. E
"Era una reunión de trabajo para Ric
aboreando el absurdo de las palabras. "El
irada, incapaz de
eso. No
a, Sofía. No tienes ni i
undo, un agotamiento que iba más allá de lo físico. Ya no t
o de suavizar el ambiente. Se acercó de nuevo, pero esta vez mantuvo
o él, su voz plana. "Puedes to
la de Sofí
rriendo de nu
mplemente no puedo... no
fue monumental. Para ella, el re
. Pero no vengas a buscarme d
a el dormitorio, cerrando la puerta con un porta
siguió fue cas
te, un aire que no sabí
e alivio. La ausencia de ella, la ausencia de su p
el sillón, cer
en una pequeña r
"Máximo Goleador" del torneo regional. Era de plástico dorado y estaba un
sus ojos brillando de orgullo. "¡Para ti, papá!
rta del dormitorio
on una expresi
dinero? La que guardaba para las emergencias. L
no res
rección de su mira
desdén. "¿Qué hace esa cosa barata
trofeo d
ra sabía
olo un pedazo de
n, ya destrozado, se partía
no había am
a lo había