itaria, el sol brillaba, pero no lograba
irrete y la toga que pertenecieron
z años atrás, me miró y sentenció: \"Una im
ceremonia en seco, todas la
s, una humillación pública que era la c
n cuidé como si fuera mi hija, s
el lugar de mi madre!\", me gritó, c
abía estado escribiendo, lleno de
páginas, llevándose la úl
manos, cada golpe resonaba en mi interior,
siempre estabas a mi lado? ¿Por qué me esc
ue yo había ayudado a sembrar, al
la toga de su madre y la había c
\"Sofía, creí que habías entendido cuál era tu l
de ser aceptada, de encontrar u
i vida se redu
le dije: \"Isabella ha
ese hueso fracturado de años
, pero mi sonrisa
r al ala oeste, al \"palacio frío\", respon
pequeña Camila, de cuatro años
las lágrim
pió Elena, la asistente de Don Alej
oca de celos al verme
eres
acturando mi
sita de hierbas de
struyendo el único consuelo
los gritos llen
i hija flotaba
noté las marcas de uñas
LA MAT
e cayó tratando de recoger la estúpida bo
o me hizo reír con una r
a llorando por la bofetada y a mí,
ía. Te daré otro hijo,
o, todo murió
quemarl