uerta, petrificada, incapaz de proces
ía, pero esto era diferente, era un nivel de
ien hacerle eso
hueso? ¿Por una su
e negaba a
e la reacción de
completamente quieta, aceptando el castigo sin una sola pr
no suplicó
con la espalda rect
más aterradora qu
ente era una víctima indefensa o si había a
tisfecho, se dio l
ados en sangre
s, escuincl
rago largo d
n aq
casa y no volver jamás, sentí mis piernas
os me tenía
decerlo solo emp
lentos, como si avanzara
, señalando a Elena con la botella. "Nece
látigo e
era ásper
una t
le" ,
e negó a moverse. Miré el látigo, lu
día h
es!" gritó Don Ricard
bofe
a cabeza y caí al suelo, el sabor m
ue agudo,
ntate!"
ndo, las lágrimas
go, o la próxima serás t
a E
us ojos se encont
y profunda quietud, casi como si me estuviera dando
anos temblaban tanto que
ojos y lo
pero el sonido de la piel
Don Rica
vez"
ce de
tra
na parte de mí se
e estaba desvaneciendo, reemplazada por una cás
uinto golpe,
a estaba cubierta
heló la sangre
ue vi en
go, comenzaron a brillar con una luz
era una ilusión, un tru
ro
s miraba, las heridas comenzaron a cerrarse, la p
otra vez lisa y pálida, c
, con el látigo colga
o era
o era
ada frente a mí no era u
algo
iguo y t
de participar