idido
durante la mitad de mi vida, sino
transmitieron una paz que no había sentido en años. Sus ojos oscuros, llen
na preocupación de años. "Ese muchacho de la ciudad, Gael... nunca me gust
rgado. Sabía de las noches que pasé perfeccionando diseños de vajillas para su nuevo restaurante en la Ciudad de México, de
uestro patio lleno de flores de buganvill
tí un cansancio profundo, como el que se
tes
a nueva temporada," su voz sonaba distante, llena de la arr
ca, Gael," res
unciendo el ceño, molesto por mi a
a de reproche, como si yo fuera una empleada más y no la
ver a mi
Sofía está aquí conmigo. Está escogiendo unos diseños tuyos para una s
enda que mi abuela me contaba de niña. Eran mi pieza más preciada, el alma de
va", una influencer de moda cuyo único talento era mani
l? ¿Sigu
amente con la cabeza, su expresió
go," dije, m
opinión sobre qué vestido us
adiós. Nunc
obra de teatro desde muy lejos. Veía a los personajes, escuchaba sus líneas, pero ya no sentí
en esa ciudad fría, me había llamado la seman
cina lo pagaste tú con la herencia de tu padre. Cree que fue un 'inversor anónimo'," m
dentro de mí se hab
ando extraña a mis propios oídos
r qué? ¡E
ría la humillación final," respondí
de nuestro pueblo. Lo amé cuando se fue a la capital a estudiar para ser chef,
o silencioso, no puede vivir de un sol
ejar que el viento se lleva