mis huesos, un recuerdo helado de mi muerte. Pero al abrir lo
Marco Antonio confirmaron mi peor pesadilla: en mi vida p
mi madre, despectivamente, me dijo: "Esta ya no es tu habitación. Ve
Marco, defendiéndola. La indignación me ahogaba al ver su traició
entera? La humillación era insoportable. Marco m
ndo que ya no había amor en sus ojos, solo fastidio. En ese m