la sangre que se me escapó del cuerpo en mi vida pasada. Abrí los ojos, confundida, el techo de mi ant
odavía plano, pero sin el dolor agu
de es
yor, Valentina, con su rostro lleno de un arrepentimiento falso mient
os brillando con una ambición mal disimulada. «Al
efecto, arrebatándome no solo mi vida, sino también la de mi hijo no nato. La traición de
ujer que me devolvía la mirada era yo, pero más joven, sin las ojeras de la
, la puerta se abrió
ntra bien? El médi
y fue el día en que el médic
lteza, está ust
ngenua, ahora se sentía como el primer clavado de un ataúd. Pero esta ve
habitación, su rostro apuesto iluminado por una
«Acabo de escuchar la maravillosa noticia. Me has hecho
osición que un heredero le aseguraría en la lucha por el trono. Lo miré a los o
ndro», mentí, mi voz so
o, organizar un gran banquete p
é con entusiasmo, dándole a Valentina la oportunidad per
vez
te, bajando la mirada como u
primeros meses son los más delicados, tengo miedo de que
nte molesto por el retraso
iera ser yo misma quien le dé la noticia a mi familia, espec
iginalmente estaba destinada a ser su esposa todavía ardía en su mente superficial. Él
suavizándose. «Como desees, una celeb
z, yo no sería la víctima, sería la jugadora que movía todas las piezas. Valen
er que fui, desataría un