d estalló en aplausos y chiflidos. Las amigas de María la abrazaban y saltaban, mientra
¡Sí, qu
abrazos, la pareja radiante recibiendo felicitaciones, pero todo parecía una película muda. Su mente se negaba a procesar la escena. El hombre que le había jur
humillarla.
e su pecho hasta la punta de sus dedos. Se dio la vuelta bruscamente, abriéndose paso entre la gente
ue llegó a su pequeño departamento. Cerró la puerta de golpe y se deslizó
romesa rota, por su estúpida esperanza. Lloró por la Sofía de l
pués, encontrándola hec
ó? Te vi salir corr
u madre no insistió. Se sentó a su lado en el suelo, la rodeó con sus brazos y
, los fragmentos de su vida pasada comenzaron a reordenars
io un anillo sencillo, de plata. Ella lloró de felicidad. Ahora se daba cuenta de que ese mismo día, por la tarde, habían ido
brica vecina. Las kermeses, los bailes. Él siempre decía que era para "hace
ra llevarla a lugares bonitos, pero de alguna manera siempre encontraba la forma de comprarl
Había renacido para conseguir a la mujer que siempre quiso y nunca pudo tener. En su vida anterior, él era
Se convirtió en un estudiante brillante, el futuro ingeniero con un por
opción segura, la tonta que lo apoyaría mientras él planeaba su verdadera conquista. La promesa en su lecho
su propia ceguera, por haber sido tan fácil de engañar, no una, sino dos veces. Lloró
rostro estaba devastado, pero en sus ojos había una nueva determinación. Ya no más lágrimas p
el compromiso de Ricardo y María
mantes de verdad," susurraba una c
mento para que vivan en una zona má
ctrónicos, uno tras otro, con una precisión mecánic
en su vida pasada le había dicho que no podían permitirse ni una salida al cine porque tenían que ahorrar. Recordó cómo el
es que no supiera ser generoso. Simplem
La que finalmente mató cualquier rescoldo de sentimien
ueron apagando, reemplazados por las quejas del día
azar su propio plan. Ricardo no er