nido claro que escuché antes de que el mundo s
cubriendo lo que quedaba de mi vista, y Mate
r cada día en un testimonio de su devoc
visual, la sorpresa que quería darle se
á, en los brazos de Camila, su asistente. Su voz, melosa y arrogante, reso
gando al enfermero con ella? Ya me tienes a mí. Además, ¿q
ino también yo. ¿Cómo pude
alidad se presentó con una claridad brutal. Mi mundo se d
ra huir, sino para