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Historia

Capítulo 3 La muerte del pontífice.

Palabras:1821    |    Actualizado en: 03/07/2025

ia, Cornualles, In

e la tragedia que acababa de acontecer. La gran campana de la abadía reso

encontraba de rodillas, con las manos apretadas sobre el regazo y los ojos anegados en

acía a sus pies. Las letras, escritas con

wena se cubrió el rostro con ambas manos, sus so

n, vestida ya con su sencillo hábito blanco, se acercó,

de? -preguntó con voz dulc

ro, las lágrimas su

susurró, su voz rota-. El Santo Padre... nuestro qu

de Eira se lle

misma doliera y sintió que su corazón se apla

guiendo un impulso puro, abrazó a l

tá ahora en un lugar mej

azándola con fuerza, como

Eira... -le dijo entre sollozos-. El mundo es un lugar duro, lleno de juicios y falsedades. Pero tú... tú debes permanecer en la luz. No permitas que la oscuri

en los ojos. Rowena le acar

presente en sus oraciones. Siempre. É

las de una madre sustituta, que acababa de perder al hombre que más había amado. La joven a

a día de mi vida -prom

teniendo un grito de dolor que amenazaba con rasgar s

el sonido de la lluvia, el crepitar del fuego

r de Europ

nasterio, escondido en las montañas de Navarra, Españ

s marchaban en silencio, rodeando la abadía destruid

e. Había sido nombrado Inquisidor Supremo a los veinticinco años, cuando su destreza en las armas y su fría estrategia lo hicieron desta

gra colgando de su cinturón. Sus ojos grise

tembloroso se

sconden dentro... mujeres y hombres que se

no, ordenando silencio.

e lugar vivo. -su v

puertas fueron derribadas. En menos de una hora, l

El fuego rugía contra la oscuridad de la noche, llev

n silencio, su capa

o al mando, un caball

umento? ¿Al

negó con

ubriendo sus manos

este lugar sea ceniza. Ningún rec

Exacto, leta

rjado Roma... y

llegó jadeand

to Padre Adrianu

olo un parpadeo, E

l suc

Santidad Innocentius XII. Con

asintió l

ue Innocentius XII era mucho más ambicioso, más cruel, más disp

ue solo cinco personas a par

ado un hijo ilegítimo. Una herejía viv

rarlo... o incinerarlo por órdenes de Donatello y que no cumpliría siemp

mbres, con los ojos encendido

bestias. Part

pronto, la c

aticano - Ro

se hallaba envuelta en

or muchos como el mejor pontífice de la era moderna

las sombras de Roma, más de uno susu

del Consistorio, dos figuras vestidas de

spada Sagrada, Entienne Valois, también conocido como "el Azote de Dios". Ent

ue le cubrían el alma, Borgia conocía bien que E

lgia. Ahora, solo bastó una mirad

as naturales. Había sido asesinado o

los labios de todos los hombres de fe que sabían de tan grande secr

e roble se abrió

pontífice, Innocentius XII, hizo su entrada ma

an de ambición, y en sus labios cur

alois. -Su voz era como el sis

papal. Innocentius XII tomó asiento en su t

hora, hablemos de lo importa

está la

ado que el traidor Adri

raen ustedes, mis

Entienne se adelantó pri

umplí la misión enc

os un convento infectad

consumió hasta el últim

sonrió con satis

tu espada, Valois. El Az

denal Borgia, sus ojos achina

ó ese hombre...? -hizo una pausa cargada de veneno-. Edward Th

loria... o en el infierno -ag

able, inclinó la

voz era grave y medida-. Había recibido una misiva del rey Leopold Thorne Ashcombe, solic

ve silencio, fingien

ue las sospechas eran correctas.

soltó una carcaj

ia! -exclamó, levantan

, Valois, como en Inglaterra,

mundo una abominación! Que sufra

su trono, más

Se te asignarán n

s ret

illo papal y los pliegues de la túnica ponti

oídos en cada rincón del Vaticano, y mucho más allá. Cuando quedaron

tú no eres

entes como Borgia.

ó en silencio, esp

ina -continuó el pontífice c

l diablo. Busca en Escocia. Busca en Inglaterra.

tomó la mano del Papa y besó el anillo y los pli

su volunta

trás de él como la sombra de un cuervo, sab

las oscuras galerías del Vaticano, otros oí

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