img La monja y el inquisidor  /  Capítulo 2 Prólogo | 13.33%
Instalar App
Historia

Capítulo 2 Prólogo

Palabras:1508    |    Actualizado en: 03/07/2025

Inglaterra

ento en los árboles milenarios y el crujir de una carreta cu

queños ríos ocultos, ruinas antiguas y una cascada que descendía desde lo alto de una colina. A lo lejos, entre la niebla, se alzaba un castillo perdido en el tiemp

s botas mojadas aplastaban el barro del sendero, mientras en sus brazos protegía con fuerza

s símbolos que fundían cruces, lunas, espirales y runas c

eguntó una voz

nta en la pie

crujió a

firme y mirada penetrante. De cabello oscuro y moño tirante

cKellen -dijo el cardena

tesía -replicó la mujer, aunque sus oj

Su origen debe permane

uié

al hizo u

omo Edward Thorne Ashcombe, segundo hijo del difunto Duqu

frunció

en el trono

, cayó en la tentación. Lady Eleonora di Fiore, noble italiana, esposa de su hermano mayor, quien luego

el r

a en la Iglesia y Eleonora viviera. Pero la verdad es esta pequeña... aún sin nombre. Hi

speras de

ién es. Debes educarla como monja. Podéis enseñarle a escribir, enséñale lenguas, las que te sabes y lo más im

preguntan

abandonada. Com

ció el rostro de

rdes... como la tierra húmeda. Lleva la ma

ofecía

a piedra de los antiguos, la sangre dormida desp

a se

que es

re la Iglesia y la Corona. Si alguien la descubre, será p

erás p

ntes, enviaré a alguien de mi confianza. Has

en sus brazos y la s

hijas. Pero cuando llegue el

cuervo volv

entre la niebla. La puerta del convento

ó la histo

o nacido

marcado po

crito por una p

Caelia Cornual

erra susurrara antiguas plegarias a los cielos grises. Las campanas del convento

daba los caminos de piedra. El cochero se detuvo frente a la gran reja. El sonido del hierro al abrirse se

s dorados apenas visibles. Bajo la capucha, el rostro cansado del cardenal Giovanni Aureli

l rostro marcado por la experiencia, aguardaba en la entr

al de puntu

s, Rowena -dijo el cardenal, con voz profunda

sala con paredes revestidas de madera oscura, una gran chimenea encendida, y una ventana que daba al pat

. Una joven de largos cabellos pelirrojos recogidos con cuidado, su andar elegant

s e

En un año tomará sus hábitos. Será la monja más joven

vemente, sin despegar

sonrisa de

pocas, ya sabe todos los idiomas que yo aprendí hasta los treinta. Jamás hemos recibido una sola queja sobre ella. Protege a

ruzó los braz

s años. Solo logró darle una hija al rey, que ha sido enviada lejos del reino. El rey quiere un hereder

pretó lo

ste nuevo embara

owena. No me gustaría ver

ó una ceja con

eña, d

responder de inmediato. Rowena sostuvo su mir

Lleva sangre real y divina. Pero aquí, en este lugar, ha sido prote

ntió, caminando

emos en unos años

l pomo de la puerta, la vo

ntrado más seguidor

sus dedos apretaron

to por la causa. Y sabes tan bien co

pronto -murmuró Rowena

, sin decir m

les - A

cas. La ceremonia de los hábitos era solemne, silenciosa. Las campanas tocaron doce vec

sombras de los vitrales, era su padre: el Pontífice Adrianus IV. Él no pod

ello sellaba un pacto antiguo, que su sa

alto del campanar

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY