la luz del día. El aire fresco de La R
el pijama de Mateo. El niño, finalmente
andro. Cada paso era una agonía. La villa de su familia se alza
mientras me acer
! ¡Ayúdame,
uerta. Me miró con horror,
una bata de seda y sostenía una taza de c
frío de
ectáculo?", dijo, su voz
ándome en el marco de la puerta. "Han atacado
deó. Dejó la taza so
dose de brazos. "Me advirtió que intentarías algo así.
supuesto. Había envenenado a la
al! ¡Mira mi brazo! ¡Mira a Mateo!",
n crueldad. "Y dejas de usar a tu sobrino para
dro, nos conocemos desde niños. ¿De ve
, su voz goteando veneno. "Siempre has odiado que Javier fuera e
ión se mezclaron con el su
a la Guardia Civil
a permitir que arruines la relación de mi familia c
hasta que
. Dio un paso adelante
ho que t
uelo de piedra. Logré girar mi cuerpo para proteger a Mateo de
elo, humillada, traicio
mi teléfono, que había caíd
pantalla era "