a, con Mateo a mi lado, conduciendo por la
el golpe seco de un accidente l
lanzó hacia el Fiat accidentado de Lucía, su ex
o a mi miedo y mi abandono gla
ojos, no preocupación, deseando irse y o
lar, me llevó a un bar para que Lucía, la víctima de su "ataque de p
igos susurrar: "Sofía fue la tirita perfecta para sacar otro cla
a él, reducidos a una mera segun
impulsó hacia él, no a suplica
o desarmó, le lancé
almente" derramé sangría sobre su inmaculada ca
por ti, porque solo sabes pos
mente libre, lista para construir