teo intentó arreglarlo
ma. Luego, una caja de Valrhona, el chocolate más caro que usaba en el restauran
amento que compartíamos, un espacio minimalista
ía en e
a los buenos días, me preguntaba qué tal
noche, me acorr
ridículo. Tene
a de qué ha
algo. En La Latina, como a ti t
ía enamorado de él, sintió una punzada de esperanza. Qui
ep
aba lleno de gente, el ruido de las conversacione
una mesa
razón s
ba sentada
la gente sobre mí. Mateo se levantó al verme,
bien que h
os rojos e hinchados. Parecía una mu
. Fue culpa mía. Tuve un ataque de pánico terrible al volante
ezaron a rodar p
arme. No te enfades con él,
que decía: "¿Lo ves? Todo tiene una explica
n la mala de la película. La novia celosa
ía traído a Lucía para que lo hiciera por él. P
bió por mi gargant
e, con una calm
elta sin de
spera!", g
la noche madrileña, dejando atrás sus voces