de mi familia para rescatar su preciada bodega y llevando
l manipulación de su antigua amante, Lucía,
odega más antigua y, sin piedad, me encerró en un pesado ar
o invisible en la fortaleza de mi
orado se extendía por la finca, Mateo seguía negan
rutaba de cada céntimo de la fortun
ruelmente indiferentes al sufrimie
e carcomían, mientras su farsa se re
mi asesinato no podía perm
propia locura, desenterraba mis diarios, mi prueba de embarazo y l
a verdad, empezó a manifestarse: susurros etéreos, fragancia
lvidada, le obligaría a enfrentarse
dió la muerte, una verdad que lo consumiría tod