bodega. Estaba pálido, con el colo
bral del despacho,
eo...", su vo
spiró, i
que si no sale por su propio pie, la saco
vier. "La señora... la señ
a se llevó una mano a la boca, sus ojos ab
lpe, la silla cayó hac
otro de sus trucos! ¡Una broma de mal gusto para humillarm
r por el cuell
as escondido o te
ado, solo podía n
adora invisible de su locura. Esta
se sentó con Lucía en el po
tre, te juro, Lucía, que se va a arrepentir de haber nacido. La traeré aquí
acarici
Demasiado honorable. N
a, de amor incondicional. Había usado toda mi herencia, la fortuna de mi famili
vidas. Una herramienta. Una llave que abrió la caja
lación era más agudo