un sillón. La vista desde allí era increíble. Podía ver las nalgas al descubierto
us nalgas se tensaban con cada embestida, mientras ella hundía sus uñas –pintadas de un rojo
vantada, mientras mi tío la penetraba lateralmente. Podía ver su pene, que apenas ayer había estado en mis manos, y cómo s
s largos dedos de mi tío, hasta que él se inclinó, tomó uno de sus pezones en la boca y comenzó a lamerlo. Involun
olvieron a llenar la habitación, pero nadie parecía advertir mi presencia. Apenas tuve tiempo de asimilar la escena, cuando de repente mi tío la puso a cuatro patas, quedando de espa
do ligero y medias que no impedían a mis dedos alcanzar su objetivo: mi clítoris, acostumbrado a llegar al orga
ina ardía un calor húmedo, como si todo estuviera listo para una penetración que no llegaría. Mientras obse
eyaculando sobre su espalda. Ella se arqueó, revelando ante mí una "espléndida"
usurró ella, y al da
guntó mi tío, si
ba, pero sin haber terminado aún. Mi clítoris palpitaba de frustración cu
miembro flácido con una manta. Me dio risa: ayer m
ncando la puerta. Los golpes y los gritos de mi tío
ó tras la puerta. - ¡Te
al clímax, imaginando a mi tío encima de mí, luego a mi lado, después tomándome por detrás... Visualicé incluso ser esa rubia a quien é
go él llamó a mi puerta pidiendo hablar, pero ignoré su solicitud. Le tenía miedo; solo D
ntré con el tío Lesha en la cocina. Su ira había menguado, y aunque podí
me nada? -preguntó, m
? -rep
ería expl
ierras la puerta cuando te
del tío
s. Primero, Lilia
pí. - ¡Hasta se l
ió con
s de Lilas en el mun
ojos en
es una zorra. De
ué? -él parec
", así que debe h
por mi actitud. Él quería reprende
tizó la palabra "mi". - Yo mand
ocencia. - No recuerdo ningún docume
Ayer nos espiaste. Avergonzaste a mi
hay que no haya visto ya? -sonreí con sorn
taba que existiera una mujer a la que mi tío llamara "su chic
labra. - Soy un hombre adulto, puedo estar con cualqui
ego me miró de forma
cor
caigo de
orrí mientras follabas
sobre Lilia. Pero sí,
ómo su mirada se desviaba hacia ellos. Asentí y esbocé una sonrisa pícara, dejando ver la pu
arde... No pude evitarlo. Me hiciste llegar al orgasmo con solo verte. ¿Im