casi las nueve de la noche y, p
a casa de unos famil
ero firme, pero... ¿y qué más? No podía hilar dos palabras sin usar jerga. No
- ¡Apenas es hora de empezar la noche
su miembro a través del vaquero-sí, era grande, pero ¿de qué servía? Me había pedido que lo tocara, que se lo chupara, pero yo no estaba lista. No, no quer
de mí -dije ofe
e se alegre de que me dignara a visitarlo. Tal vez hasta le dejaría chuparme los pec
enta minutos, y luego tardamos media hora en llegar al edificio donde vivía Dimka con sus pa
se había escapado con sus amigos, cuando finalmente sonaron lo
uí? ¡Dijiste q
se hubiera ido a dormir antes que yo. Tenía un torso bonito, sin un solo vello, abdomin
umbral. La expresión de Dimka cambió, como s
l apartamento, y entendí que no estaba solo. Había encontrado con q
solo le has manoseado las t
, tengo que b
traición -dije, levanta
. - Ni siquiera me has dejado tocarte, y
ié de idea. "A caballo regalado...". Ya no tenía novio, aunque Dimka tenía unos abdominales decentes. Para mi primera
an de los celos. Nunca había sentido una rabia tan ardi
mi triste destino. Abrí el refrigerador, sabiendo que el tío Lesha siempre guardaba u
madre. Ella no despreciaba ningún alcohol: si su amante bebía vodka, ella lo acompañaba;
Miles de hombres queriendo estar conmigo, y yo perdiendo el tiempo con migajas. El pensamiento me animó,
al verlo en la entrada de la sala, donde me conton
-dijo sonrien
tado con alguna mujer o si también lo habían rechazado. Pe
ó con desaprobación. Asent
uguemos a las cartas.
ó el ceño ante
ara que te vayas a la cama y duermas hasta ma
diría que no. Desde que me mudé con él, el tío Lesha
beso al aire y me fui a mi habitación. Me dormí profundamente, pero desp
truos imaginarios merodeaban por la habitación, queriendo agarrarme bajo las sába
uerta estaba abierta, así que entré sin permiso. En la oscuridad, distinguí
a, ¿e
é, y un nuevo temblo
rma? -pregun
río -supliqué. -
jo, apartando la manta
ugando con fuego? ¿Debía salir corriendo? Pero no quería. Quería probar algo prohibido, como lo que
í su calor. Su cuerpo era fuerte, musculoso, olía a algo dulce y especiado. No quería s
na? -me susurró al oído, pe
espondí con voz inocent