E
a niñera, pero ni siquiera me ha permitido trabajar bien. No sé si son los niños que no la tratan bien o si ella simplemente no tiene la capacidad. En cualqu
o años trabajando con él, no puedo aprovecharme de su bondad. Alejandro es un hombre sumamente sofisticado. Aunque aparen
la miro con enojo. Ella baja la
un poco más de responsabilidad en el trabajo. Yo ta
eñor, es que
y ya tienes excusas todos los días. Ya les di de
Discúlpeme, señor.
ora a hacer la limpieza. Antes de las 12
ñor. Di
me toco la sien, sintiendo un dolor de cabeza insoportable. Antes de llegar a la editorial, paso por la cafetería y compro un café cargado. No pude descansar anoche revi
me saludan como siempre, pero yo me ajusto la corbata, temeroso de que mi jefe me repr
ñor Derek -respon
putadora. En ese momento, la puerta
¿Puedo pasar
, pase
le indico que
ame, Ale
lo he dicho: llegaste a tiempo. ¿Cómo va
mas con la niñera. Y sabes qu
s ojos para
u bondad, y menos cuando su padre y su madre visitan la editorial. Sé que llevo años trabajando con él, pero no me g
rabajo es demandante, a veces escribo pequeños relatos. Por eso, cuando Alejandro me ofreció un puesto en su pres
observé un libro de una nueva autora. Sin embargo, tenía muchos errores ortográficos. Busqué su correo, entré y le envié el borrador para que lo corrigiera nuevamente.
ntré con Laura. Venía hacia mí y, sin previo a
casa, Laura. En la editori
n aguafiestas.
sado. No nos vamo
o ir a
ve tra
io me da
tú me pides per
o con una sonrisa-
tá
de semana p
no te pr
tus
stán conmigo los
nos vemos. Voy a salir tempran
uya. Salgo despu
ta hacer: corregir y corregir un montón de l
o que m
te quie
alme
r a la oficina de Alejandro para que firmara el primer borrador de una de las escritoras más destacadas de Literato. Al llegar
rápido. ¿Cuándo te e
e hace u
omarte unas
ree
í. Tienes mu
niños estén de vacaciones. Te pedi
ón. Así est
rá. Es un poco irresponsable. A ve
esitas buscar
he hecho. Quisiera consegui
o. Por cierto y
se aburrirá de mi, ca
o quizá debes empezar
mis tiempos libres se lo dedico a mis hijos-
pasa en su estudio dib
o tendrán
é, pero
egu
todo bien. Recuerda
a corregiste y firmaste, ahora nec
ces no
centros porque necesito comp
asa buen
, Alejandro
la escalera eléctrica y al llegar al vestíbulo, solte un suspiro. Tenía una llamada perdid
estás
e. Saliendo de
padre.¿Cuándo ven
mpo ni para mis pobres hijos. ¿Por qué
s a hacer en la capital? Deberías venir
visare ¿Cómo
cómo es ahora, d
es hablar con los
haces una vid
Saludos a papá y a
ara mi. Al llegar a la residencia, di mi código al guardia. El aire fresco del atardecer era tranquilizante. No haría mucho calor esa noche... veo alg
señor Derek. Y
a. ¿Y l
su habitación y el niño Jad
a pued
ó por su bolso. Al salir,
y entre
y el teléfono en las manos. A su alrededor, el desastre era evidente: zapatos tirados, moc
bajó el teléfono
tardes
Por qué está todo esto tirado? -pregunt
de hombros y s
mujer no a
í el
casa -dije con firmeza, mientras empezaba a recoger los papeles del suelo. S
ción de mi hija. Ella estaba sentada en su escritorio, l
estás,
zó la vista y me
-dijo antes de acercarse y
é ha
mas de matemáticas... y tu querido hijo
la cabeza
gracias po
darte
e? Les traje l
cias,
la encimera de la cocina. Mis hijos se acercaron de inme
acabes, quiero ver tus tareas. No te l
, jugueteando
úlpame. Solo estu
mito eso. Si no me haces caso, tend
dre...
. Antes de comer, dimos gracias a Dios por el al
, pidiéndole que pusiera las sábanas en la lavadora a la mañana siguiente. Me
ego entré a la de Jader, quien me mostró su tarea. Había hecho todo, aunque
o pesaba sobre mis hombros como una carga invisible. Preparé una taza
, pero el agotamiento me impidió responder. No
al mismo tiempo no era fácil, pero no tenía opción. Desde que la
Así que, por ahora, lo único